La música logra algo que otras disciplinas no consiguen; unir contextos distintos, las canciones se convierten en el soundtrack de nuestras vivencias. Usando esta idea como cimiento, Raúl Sotomayor propone un universo sonoro en el que los beats van más allá de lo temporal bajo el nombre de Tonga Conga. Así, desprendiéndose de Sotomayor, donde colabora con su hermana Paulina, presenta “Mira bien“, una pista de lo que será su álbum: JEVI.
TXT:: Evelyn Mazón
¿De qué se trata Tonga Conga?
De conexiones con artistas que hacen lo que yo estoy buscando con la música, se trata de buscar la voz ideal para cada track y al final tener un disco que hable de lo que significa ser alguien que vive en el universo latinomericano contemporáneo. A diferencia de Sotomayor, esto es mucho más dance, mucho más club; canciones que puedes escuchar en cualquier situación.
¿Consideras que esta es una faceta donde puedes experimentar con sonidos que no podrían surgir en Sotomayor?
En Sotomayor también estábamos tomando riesgos. Esta vez no está involucrada mi hermana en la parte vocal, eso da muchas libertades porque hay tracks que están más tirados al hip hop, y eso no lo hubiera podido hacer en Sotomayor porque estamos encasillados en esa definición de que “es electrónica cumbia”. Estoy intentando hacer música más arriesgada, extraña, como house violento. 
¿La pandemia influyó en tu proceso creativo?
La pandemia cambió el sonido de la música global porque siento que antes todo era reggaeton de club. Si tus canciones no se podían bailar las probabilidades de éxito eran bajas. Con la pandemia hay música para otras situaciones, no todo tiene que ser fiesta.
¿Cómo defines “Mira bien” y la colaboración con Mula?
“Mira bien” es la primera canción que terminé de este disco, me gusta la música que hacen las chicas de Mula y son contemporáneas de Sotomayor, estaba buscando hablar de la latinidad, quería que los componentes del disco tuvieran un tema en común y ellas me mandaron este track que en realidad es una metáfora del color de la piel. Habla de que te des cuenta de que hay algo más allá de lo que estás viendo. Ellas grabaron la voz en República Dominicana. Todo cuadró, siento que muestra de qué se va a tratar todo.
¿El video tiene relación con el hecho de que estudiaste diseño industrial?
Lo dirigí yo, el diseño y la parte visual son muy importantes para mí. Quise hacer una secuencia de baile pero se complicó porque la locación no se prestaba para hacer todo el recorrido en una sola toma. Lo hice con Feli Gutiérrez, un fotógrafo de festivales. Armamos un equipo con amigos y lo concretamos en poco tiempo y con poco presupuesto. Hablando de la parte visual, el arte del disco es de una artista mexicana que se llama Ximena Estibaliz.
¿Qué es lo que te ha dado la música que no podría darte otra profesión?
La trascendencia. En México conseguir trabajo de diseñador industrial no era cómo lo que tenía pensado; por lo general terminas trabajando en una agencia haciendo cosas que se van a poner en una expo y después se van a tirar a la basura; yo quería hacer algo que pudiese usarse en la vida diaria de las personas. La música se trata de eso: de hacer cosas importantes para la vida de las personas. No estaba buscando hacer música de biblioteca, que la escuchas un mes y después desaparece; intento crear canciones de las que se siga hablando dentro de diez años.
