Ríos de tinta digital han corrido a propósito de la entrega de los Grammy latinos y la actuación de Rosalía -ganadora también de cuatro premios- para interpretar “Hentai”, “La Fama” y “Despechá”… todo ello no extraña dada la naturaleza de los medios de espectáculos y la prensa del corazón, por fortuna, el arte musical nos trae gratas noticias alrededor de la catalana.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Resulta que ese gran heterodoxo del flamenco que es Niño de Elche ha publicado un nuevo álbum, que fue producido, nada menos, que por Refree -¡si, el mismo que hizo Los Ángeles!-. El disco lleva por título FLAMENCO. Mausoleo de celebración, amor y muerte, y es tan estremecedor como el resto de la obra de un creador inclasificable que recién pasó como solista por México.
Niño de Elche y Rosalía firman juntos “Seguiriya Madre”, que deja en claro que la tradición sigue ebullendo al interior del temperamento de dos artistas tremendos que saben capotear con la fama -cada uno a su manera-.
Más allá de todo lo que representa Motomami y ese estallido de ritmos urbanos y locura freestyle, en “Seguiriya Madre” aparece la Rosalía que conoce sus raíces, que demuestra su formación académica y el vozarrón que le brota de la garganta.
Aquí no hay perreo, ni frenesí latino, sino una expresión jonda del alma y una tradición musical milenaria que brota desde tiempos inmemoriales para asomarse al presente. Que los detractores de Rosalía abran muy bien sus oídos y ojalá pudieran apreciar la belleza de su cante.
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