Nos adentramos en una noche cuyo brillo se advirtió especial gracias al espacio elegido para compartir así como por las bandas que lo ocuparon, y ni hablar de los tragos que fueron despachados. Hablamos de Supremo y de las presencias de VVV Trippin´you, Prismatic Shapes, Vacíos Cuerpos, Nueve Desconocidos y Martyrxxs. Respecto al lubricante para la garganta, obvio nos referimos a Jim Beam.
La CDMX lleva rato anunciándose como un sitio donde cada noche luce plena de música, conciertos de la más variada especie tienen lugar a diario con una especial carga los fines de semana, en foros de diversa pinta. Marvin se puso a rascar en las gavetas indicadas con tal de dar con las propuestas más avezadas de la actualidad, indagando en los circuitos oscuros, las avenidas urbanas, las esquinas electrónicas y los parajes pop. El resultado: una par de fecha donde la música se advirtió inmaculada, lúdica e idílica.
Desde temprana hora fue posible hallar a fans de VVV Trippin´you en las afueras de Supremo. Se iba intuyendo que la cosa iba a ponerse bien y así sucedió apenas Martyrxxs hizo acto de presencia. La pareja instituyó el tono de la velada con sus melodías lóbregas y presencia aterciopelada, aunque lo suficientemente desgarrada. De nuevo, claro, Jim Beam hacía lo suyo, los tragos corrían entre vamps y punketas, emos trasnochados y new wavers góticos.
Ares Negrete apareció entonces, directo desde España, y lo hizo al mando de Nueve Desconocidos. Y con su pop oscuro acompañado de una voz donde drama y urgencia habitan plácidamente, en pocos segundos se echó a la audiencia al bolsillo, demostrando que su rostro más emotivo se halla en directo. Para entonces, cruces y rosarios brincaban de los cuellos de la audiencia, embriagada con un canto que iba del post punk al dark wave y que pronto hallaría continuidad en el siguiente acto de la noche.
Prismatic Shapes repasó a continuación lo más granado de su repertorio. El trío mexicano refrendó lo que lleva rato procurando, instaurarse como un referente de la escena oscura nacional ayudado de un temario sólido que en vivo potencia todos sus atributos. Con Pedro Gopar al mando, la banda entregó un set memorable no sólo por la entrega ofrecida, sino debido a que, todo indica, se trató de la última presentación de Ricci Maquiavelo como bajista del combo.
Por su lado, Vacíos Cuerpos mantuvo al público con los velos sobre el rostro. Jim Beam despachaba tragos; la banda en el escenario proyectaba luz negra. Para esos momentos, Supremo ya lucía como una catedral tomada por sepultureros exiliados del cementerio más cercano. Los vasos chocaban, los cuerpos se retorcían como electrocutados por un pulso dark que, extrañamente, iluminaba pechos a cada paso.
Restaba que VVV Trippin´you justificara la idolatría que en México se le profesa. Y así ocurrió precisamente. Los españoles sudaron bajo reflectores un listado de temas que fue coreado con pasión por los presentes, quienes se arremolinaron en un slam de corte fúnebre, notablemente desbordados por la emoción; al tiempo, la banda se mostraba piadosa con su público. El grado de compenetración que ambos bandos ofrecieron fue catártico. Pocas veces sucede algo así y en Supremo, con Marvin como testigo, el asunto quedó más que claro.
Así fue como Marvin iluminó el fin de semana de la CDMX. Quienes nos acompañaron, saben que se trató de algo para recordar; los que se la perdieron, manténgase atentos, que ya estamos preparando más sorpresas para disfrutar juntos, muy al estilo Marvin.
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