En su novena producción (tras 28 años de trayectoria), Inspector hace un cambio significativo y éste comienza desde la cubierta de Serpientes y escaleras, su más reciente álbum, en donde se advierte una imagen de tonos psicodélicos-religiosos mientras, por su lado, líricamente aflora la madurez de la banda de origen regiomontano.
Ciertamente algunas de las canciones incluidas en Serpientes y escaleras van dirigidas a la fiesta y la celebración (“Grita”, por ejemplo, la cual, por cierto, advierte una colaboración con Los Calzones; y “Tiempo de beber”, una más con la misma temática), en su mayoría, el listado posee un tono muy relajado, incluso pareciera hacerse un corte de caja con la vida.
Ahondando en las letras, “Paz” habla de la supresión de las rencillas; “Domingo”, hace una apología de un plácido despertar al lado de la amada; y luego “Serpientes y escaleras” se refiere a los altibajos de la vida (A veces subo, a veces bajo / Mi vida nunca es igual / A veces toca ganar/ A veces toca perder y nada más). Pero, musicalmente hablando, ¿qué ofrece esta vez Inspector?
En ese sentido el disco es impecable. Hay recurrencia a la cumbia en “La vida es una cumbia”, interpretada al lado de Ronda Bogotá; el bolero (“Te faltó corazón” cuenta con dos versiones, una de ellas con Son Rompe Pera apelando al ska). En tal camino, la inclusión de Chico Trujillo añade color y energía en “El amargado” mientras que la banda también se da tiempo para hacer suya “Aunque no sea conmigo”, una original de Santiago Chago Díaz y muy popular en una versión de Enrique Bunbury.
La producción de Serpientes y escaleras es nítida, cristalina, pero no por ello carente de víscera, por lo que podemos bien decir que Inspector está construyendo un templete a futuro. Más que una banda de ska, suena a una orquesta que se conduce con elegancia y atinados arreglos. ¿Serpientes y escaleras les atraerá fans jóvenes a sus creadores? Seguramente conservarán a los usuales y añadirá otros, aunque, más allá de resolver tal pregunta, este álbum simbolizará una piedra lanzada al resto del continente, a la conquista de nuevos mercados.
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