Entrevistas

Idles: “El amor significa perdida y adicción”

299,513
idles-tangk-joe-talbot-entrevista-album
Ambulante 2024

Pactar una cita para charlar con Joe Talbot genera nerviosismo. Porque cuando el tipo agarra el micrófono en escena suele comportarse retador, su mirada es un dardo. Sin embargo, apenas el músico aparece en pantalla, listo para platicar, se presenta acentuadamente gentil definiendo el trazo emocional de su repertorio. “En realidad mis canciones son explícitamente amorosas”, confiesa sosegado, refiriéndose a los tracks que ha reunido en Tangk, el más reciente álbum de la banda que lidera, Idles.

Talbot se halla en casa, en Bristol, Inglaterra. Cuenta que ha tenido una semana dura hablando con la prensa, cuidando a su hijo y entrenando. “Pero sería bien pinche estúpido quejarme ahora, andar diciendo que me siento cansado”, comenta tras aceptar que lleva seis horas dando entrevistas, algo que, confiesa, disfruta mucho hacer. “Me gusta conversar con otros seres humanos; aunque, claro, también depende mucho del ser humano que tenga enfrente. La verdad es que me encanta hablar de música, de Arte, del significado de las cosas. Es lo que buscaba, pasé cerca de diez años a la caza de algo así: verme hablando de música por horas enteras para que también otras personas escribieran sobre música”.

Joe tiene claro que hallarse en el sitio donde se encuentra no ha sido sencillo. Y valora el esfuerzo concentrándolo en dos conceptos: trabajo duro y compasión. “Yo sigo justo en ello, trabajando duro y siendo compasivo”, avisa el cantante; “continúo retándome a mí mismo para ser cada vez más vívido. Sé que lo conseguiré”. El hombre soba ocasionalmente uno de sus brazos, tapizado con tatuajes, recordando las vacaciones que alguna vez pasó en el infierno. Desmenuza así la letra de “Roy”, un tema incluido en Tangk. Una composición donde percusiones y cuerdas se unen para echar chispas mientras Talbot va sincerándose, hundido en una crisis donde caben lamentos y gritos por igual. Él mismo ahonda al respecto:    

“Para esa canción primero escribí el coro, y lo que conseguí es algo que estuve intentando durante duna década. Es decir, se trata de un tema que me hace recordar una época de mi vida, cuando bebía y me comportaba celoso, cuando era un hombre horrible. Estaba perdido entonces. De pronto recapacitaba todo lo que estaba cometiendo y me sentía muy culpable y corría a disculparme. El coro habla justamente de hacer a un lado todas esas pendejadas con tal de evolucionar en un grado emocional; o sea, el coro relata cómo me siento ahora, el verso dice lo que fui. Finalmente todas mis canciones son así, explícitamente amorosas, una celebración amorosa. Siempre estoy explorando el amor con ellas”.

Sobre la portada del disco, Joe, ¿qué quieres decirnos con esa explosión, es que significa una especie de big bang para Idles?

Yo jamás busqué decir eso. Lo que me cuentas es algo que te estás diciendo a ti mismo. Para mí no es una explosión, es una nube flotando. Es un fluido vital lleno de amor. Es el sueño de lo que está por venir.  

Un fluido vital lleno de amor. ¿Sería mejor no andar buscando etiquetas, ir aceptando que las que haces son, justo lo que dices, simplemente canciones de amor?

Absolutamente todo lo que he escrito es sobre el amor. Yo hago canciones de amor. Algunos dicen que son composiciones de corte político, otros que son canciones punk o post-punk, algunos más que lo mío es rock a secas. Lo que sea. En realidad yo sólo hago canciones de amor. Formé esta banda para conectar con el universo, con la gente, con algo más grande que nosotros. Y eso busco que le ocurra a quienes me escuchen, que conecten con algo más grande. Crear una comunidad, por qué no, con la música como medio. En este disco sigo hablando de lo mismo, básicamente de amor. Y el amor significa pérdida y adicción. Yo he perdido a gente que amé, todo por mi modo de obrar, y en el camino aprendí a amarme a mí mismo. Tangk es un disco que escribí desde la gratitud, porque me siento agradecido de estar aquí. Tocando música bien fuerte, sano y sobrio.

Para escribir esto, para cantar de amor, ¿es necesario estar enamorado?

Nah. He escrito del tema sin estar enamorado. Puedo ansiar amarme al tiempo que me odio a mí mismo y canto de amor. O sea, se puede cantar así de empatía y amabilidad, paciencia y compasión, de las facultades del amor. En ese nivel está también abordar temas como el desmantelamiento de un gobierno fascista, o de lo miserable que es invadir un país. Porque, ¿dónde está el amor cuando se toma una decisión así, cuando se comete una masacre, por ejemplo? “A change is gonna come”, de Sam Cooke, es una canción de amor, para mí lo es. Y es rock combativo también, porque ayuda a quienes escuchan a ser empáticos, a tomar decisiones considerando a los demás.

Nos despediremos esta vez, Joe. Yo me iré pensando que me he encontrado con un hombre profundamente reflexivo, y que se siente en paz consigo mismo.  

Sí. Me siento bien, muy bien. Sí, feliz. ¿Qué más decir? Estoy tomando terapia, sobrio, y estoy en forma, entrenando box.

*También te puede interesar: Fontaines D.C.: “¿Post-punk? nosotros hacemos más que eso”

Alejandro González Castillo

Alejandro González Castillo

Periodista, y escritor también (porque parece que no es lo mismo). Cruza párrafos con compases. Le gustan las olas, leer y chelear chachareando; además de escuchar discos dejando salir el humo por los ojos.

Auditorio BB