Nadie puede poner en duda la grandeza de un disco como The Overload (2022)… basta con dejarlo correr una y otra vez y nos encontraremos sónicamente ante una banda a la que le encanta hacer gala de un sentido del humor muy británico y a la vez plasmar lo complicada e injusta que es Inglaterra –no sólo hoy, sino desde hace mucho-; es una obra de arte destinada a perdurar, al igual que sus creadores: Yard Act.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Pero habrá quien se pregunte si es que se trata de un grupo de un solo disco magnífico o si es que tienen el talento suficiente para proseguir en lo más alto… es entonces cuando llega “The Trench Coat Museum”, un sencillo que de entrada sorprende por su duración -¡8 minutos!- y luego por su vuelco hacia la electrónica (pero con línea vocal).
Lo que permanece es su gusto por el spoken word y se coloca al comienzo del tema, junto con la voz de una señora bien entrada en años que expide los boletos para el Museo de la Gabardina, un sitio expositivo medio delirante en el que están exhibidos los propios miembros de Yard Act, como si fueran una pieza; todo esto ocurre en el video que es una obra excelente del arte audiovisual de nuestros días y que expone todas sus posibilidades –se vuelve todo un cortometraje-.
“The Trench Coat Museum” también recurre a los scratches de tornamesa al más puro estilo noventero en el desarrollo de una canción candente que termina armando un rave al estilo punk funk de DFA Records y LCD Soundsystem.
Yard Act, procedentes de Leeds, presentan un tema salvaje hermanado a un video de esos que ofrecen una coreografía memorable. Todo parece una gran fiesta, pero los músicos afirman que detrás tiene un planteamiento más serio: ““The Trench Coat Museum” trata sobre cómo nuestra percepción de todo cambia, tanto colectiva como individualmente, a lo largo del tiempo y a velocidades que simplemente no podemos medir en el momento”.
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