En los tiempos que corren poco o casi nada se habla de las portadas y de entrada The Japanese House cuenta con una que es un auténtico poema o quizá más bien un haiku, por lo minimalista, por lo exquisita, en su dedicatoria al vacío, pero también al círculo –depende de cada espectador- y eso es lo primera que resalta en In The End It Always Does.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
12 canciones para poco más de 45 minutos en las que Amber Bain se propone madurar el sonido que inició hace 4 años, cuando debutó con Good at Falling; en este 2023 se propone reflexionar acerca del aprendizaje que sucede tras la conclusión de cada ciclo y es así que comienza con “Spot Dog” y “Touching Yourself”.
Otro de los aspectos interesantes de In The End It Always Does es la aportación de sus amigos músicos; por las sesiones de estudio desfilaron Chloe Kraemer, Bon Iver y Matty Heally y George Daniel de The 1975; siendo sólo MUNA quien viene acreditada y que brilla con luz propia en “Morning Pages”.
The Japanese House es una artista con una habilidad extraordinaria para expandir todo lo que se entienda como pop y puede elevarnos siendo dreampop o volverse más terrenal al caminar los senderos del indie pop, tal como ocurre en “Sunshine Baby”: “you think is different but is always the same//if you are thinking to change you are kidding yourself”.
Estamos ante un buen mapa de las emociones a partir de la visión de una artista que no distingue entre arte y vida; se trata de una entrega generosa de parte de alguien que pese a su juventud entiende muy bien acerca de la valía e importancia de lo que es un álbum como entidad… he aquí una experiencia plena.
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