Arranca el año y Marvin comienza una nueva era con un número dedicado exclusivamente a las mujeres, con Julien Baker en portada, comandando la revuelta en una charla donde fe, pasión e inspiración se conjugan al tiempo que la de Tennessee presenta Little oblivions, su más reciente álbum.
TXT::Alejandro González Castillo
Nos importa ejercer el periodismo. Buscar historias estimulantes. Y encontramos en Julien Baker lo que requeríamos para empujar nuestro nuevo discurso. Aquí un cáliz de lo que la chica es capaz de hacer:
¿Qué incluimos en este número? Bien. Para abrir brecha, Diana Gutiérrez nos regala una crónica de sus días pre adolescentes imitando a Gwen Stefani para luego encontrarnos con el arte simbiótico de Aura Arreola. Margaritas Podridas, por su parte, nos hablan desde su natal Hermosillo sobre la conformación de su sonido, mientras Laure Briard hace lo propio desde Francia, con el álbum Eu voo bajo el brazo.
Prosiguen Las Nubes y Mabe Fratti. Las primeras, ahondando en la importancia de la solidaridad en el medio musical; la segunda, perfilando los días que pasó cerca de la playa dándole forma a su nuevo álbum. Adelante, desde Guanajuato, Yoss Bones detalla cómo fue su fichaje con la Alzada; a su lado, Rita Indiana le pone lumbre a la lengua y nos relata cómo se baila en el caribe atómico.
Karina Vargas toma su turno y desmenuza las motivaciones de las riot grrrls; David Cortés, paralelamente, subraya a las féminas que sobresalen en la escena experimental mexicana. Continúa Carlos A Ramírez, quien enlista a las directoras pioneras en el mundo del cine para después ponerse sangriento entre caníbales con faldas.
Más adelante, Juan Carlos Hidalgo se entrevista con los artífices del libro Cantoras todas y Rocío Valdés nos expresa su paso por el machista ambiente publicitario. En ese rol, la dupla responsable de La Eroteca devela los alcances del erotismo y Óscar G. Hernández disecciona la obra de Inés Estrada.
Marvin 186. Nuevos tiempos.
La revuelta es femenina.
