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Kae Tempest apuntala su identidad y soporta el peso del mundo

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Kae Tempest apuntala su identidad y soporta el peso del mundo

El talento de Kae Tempest es inconmensurable, no sólo cuando tira del spoken word musicalizado que le caracteriza, sino también cuando escribe novela, teatro, no-ficción y en los espléndidos cinco libros de poesía con los que ya cuenta. Ahora tiene un álbum nuevo, The Line is a Curve -el quinto también- y el alto nivel se conserva y permea de principio a fin.

TXT:: Juan Carlos Hidalgo

Atrás ha quedado su trabajo como Kate Tempest, ha decidido pronunciarse como No binaria y ello conlleva el mostrar su cuerpo e identidad desde la portada misma del disco; un asunto que emana a lo largo de los 12 cortes que integran la obra y entre los que “I Saw Light” con Grian Chatten de Fontaines D.C. y “Nothing to Prove” funcionan como auténticos y poderosos manifiestos.

Kae Tempest sabe muy bien como equilibrar la parte musical y tiende a bases muy simples que redundan en conjuntos minimalistas, dado que sabe que su voz y sus palabras son lo más importante… más aún en una obra tan confesional que va armando un rompecabezas acerca de la manera en que encaja o no en el mundo y la posibilidad de seguir luchando o no.

https://www.youtube.com/watch?v=O01RCqa8Wuk

En The Line Is a Curve se plasma todo el peso del mundo alrededor de alguien que apuntala su identidad; por ejemplo, en “No prizes” hay más canto que nunca -aportación de Lianne La Havas-, pero el basamento musical se conserva esencial y sin regalarse.

Kae Tempest se busca a sí misma… busca también a su cuerpo y su concepto, y así lo explicita en una obra bella y llena de gran fortalece de ideas y de carácter. Ha cambiado y quiere que la acompañemos en el viaje. Y además tiene detrás que fue grabado como si fuera una pieza de arte conceptual.

Hizo 3 tomas a lo largo de un mismo día y para ello convocó a un señor de 78 completamente desconocido, también a la poeta Bridget Minamore y cerró con tres jóvenes de 12, 15 y 16 años.  Desplegó su arte delante de estos espectadores y de esas sesiones se eligieron las partes que irían a la versión definitiva de The Line is a Curve (Republic Records, 2022).

Aprovecha “Salt Coast” para bordear la compleja relación con su país -Inglaterra- y cómo es que la gente se relaciona con el tiempo -unos quieren aparentar más edad; otros beben para aparentar juventud eterna-.

Para tomarnos por sorpresa, en “These Are The Days” -que no niega su esencia poética- incluye algunos pasajes de rock clásico y hasta dejar explayarse a la guitarra -un poco-, además de instrumentos de viento.

Ya había mostrado también en “No pressure” que puede acelerar, pero este subidón rítmico no es tan frecuente en el disco -aunque está en “Move”-, como si lo es el manejo de la intensidad y el flujo de palabras.

Kae Tempest posee un prodigioso control narrativo y es por ello que se planta en diversos personajes y voces -hombres, mujeres o bien un más abierto “they”-. Una vez más se coloca en lo más alto y maravilla con un arte total que abreva de distintas disciplinas. Y aún así las canciones sobresalen y se imponen.

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

Auditorio BB