Hay muy buenas razones para considerar a “En el alambre” una de las mejores canciones en la distendida trayectoria de Iván Ferreiro, quien tiene una historia al frente del grupo Los Piratas antes de lanzarse como solista. Y vaya que es un pelotazo directo y reflexivo a partes iguales… hace lucir al indie rock desde la perspectiva de un hombre en plenitud de la vida.
TXT: Juan Carlos Hidalgo
Pero también podríamos señalar lo novedosa que resulta para su propuesta sonora un tema como “La humanidad y la tierra”, en la que se hace acompañar de las gallegas Tanxugueiras, con las que consigue elevar la adrenalina e instalarse en territorios épicos con la ayuda de Leiva y Nicolás Pastoriza sumando también sus voces
Aquí tenemos ya dos canciones de notable ralea y que nos darían para seguir hablando del sexto álbum bajo su nombre de parte del nacido en Vigo durante 1970, pero por fortuna quedan otras 8 y una de ellas es un auténtico manifiesto.
Resulta que tomó la versión de Max Richter de Las cuatro estaciones de Vivaldi -que es muy conocida- para convertirla en el basamento musical de todo un alegato existencial. Y, además, en un acto muy valiente, la coloca para cerrar el disco.
“Vivo rodeado de fantasmas elegantes que dicen lo que sienten y que me hacen pensar”, es la frase que arranca “En las trincheras de la cultura pop” para luego caer en preguntas de mucho calado: “¿puede una quimera llenar la fiambrera?” Estamos ante un hombre de 52 años que ha sido exitoso aún desde la estricta independencia y sus restricciones económicas.
Prosigue en Trinchera Pop (Warner, 2023) interrogándose acerca de sí la vida no será una mentira para terminar aferrado a que su casa es ese reductor militar en el que guarecerse e intentar sobrevivir. Se trata de un auténtico manifiesto que primero fue probado en directo para calar la respuesta de sus seguidores. ¡Es imposible ocultar la edad y la experiencia… aquí hay casi un decálogo!
“En las trincheras de la cultura pop” es una enorme fortaleza, pero que no está sola… a la pareja mencionada en el principio del texto hay que añadir “Dejar Madrid”, que está escanciada en finos licores nostálgicos.
Nos encontramos pues ante un Iván Ferreiro fuerte e inquieto… deseoso de probar recursos en su propio estudio donde hace gran mancuerna con Ricky Falkner; se deja llevar por su pasión por el cine y la literatura en sus composiciones y la inserta en un sonido muy actual en el que caben hasta delicados glitches electrónicos.
De hecho, el disco abre con “Canciones para no escapar” y tal parece que es una premonición… en general obtiene una estética sonora cercana a lo que hace el francés Dominique A y ello es un elogio nada menor.
¡Vaya Trinchera Pop la que ha construido Iván Ferreiro! Sigue imbuido de la inspiración y el oficio… el indie rock español tiene en el gallego ha uno de sus exponentes más dotados y congruentes.
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