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Candlemass: Música para sacudir el cráneo como sonaja

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Ambulante 2024

Dice el dicho que a cada iglesita le llega su fiestecita, y a cada guajolote le llega su navidad. En mi caso, cuando se trata de Candlemass me apego a la parte fiestera de la iglesita, cada vez que he tenido el placer de verlos en vivo ha sido mágica, irrepetible y, ahora me doy cuenta, única. ¿Por qué? Porque afortunadamente los he visto con Johan Langquist, Messiah Marcolin, Rob Lowe y Mats Levén en la voz. Y sí, aparte hay otros dos cantantes que pasaron por la banda y grabaron al menos un disco, pero estos cuatro son monstruos y leyendas por derecho propio.

Las primeras tres veces los vi en Wacken Open Air, y la primera de esas fue en 2005, con Messiah en la voz. Traían disco nuevo, se llamaba igual que la banda y para mi fue uno de los mejores tres de ese año. Ese año en Wacken llovió tanto que al año siguiente, cuando pusieron a la venta el DVD oficial tacharon la palabra “shine” del legendario eslogan “Rain or Shine”. Hubo muy pocos momentos y conciertos sin lluvia, y uno de ellos fue el de los suecos, incluso, en un momento se abrieron un poco las nubes y entraron algunos rayos de sol. Messiah hizo la broma de que Candlemass fue quien logró que el cielo se aclarara un poco. De acuerdo con registros de la época solo habrían tocado 8 canciones. Tres del Candlemass, tres del pionero Epicus Doomicus Metallicus y tres del inmortal Nightfall

Luego los vi en el mismo festival en 2010, con Robert Lowe (Solitude Aueternus). El primer año fue en uno de los escenarios principales, esta vez en el tercero en tamaño, el Party Stage. Esa vez fueron nueve canciones de cinco discos. Brutal no alcanza a definirlo, y parte del encanto de verlos es ver también al público, contar las bocas abiertas de cómo la banda suena igual que en los discos aunque todavía más pesado. Después fue 2013, de regreso en los escenarios principales, con la noche como fondo y 13 canciones para que nadie se quejara. Fue una fecha de esas llamadas “one off”, o especial, no parte de una gira. De hecho ese año solo tocaron 13 veces. En esa noche, Mats Levén estaba en el micrófono.

Todas esas fueron realmente especiales, pero nunca habían venido a México. Eso terminó en 2016. 14 rolas, un repaso de siete de sus discos en un lobby del Circo Volador con 600 personas que no creo vayan a olvidar nunca esa noche. Esta es parte de la reseña de #SangreDeMetal sobre esa noche: “Nota tras nota se sentía en la piel lo que es el doom metal, porque parece fácil, total nomás tocas lento y listo, pero no es así. Es todo un arte hacer que las notas lentas sean a su vez pesadas pero fascinantes; si uno cerraba los ojos y sólo escuchaba lo que sucedía en el escenario daban ganas de sacudir el cráneo como sonaja, pero la música no lo permitía. Se invitaba a hacer headbanging por supuesto pero muy acompasado, sintiendo cada vértebra cervical ocupando su lugar con el movimiento del cuello, lento, profundo, como acariciar a tu amante mientras ella duerme y no se da cuenta de que le pasas la mano por la frente y el cabello, lentamente, sin prisa, gozando cada instante, absorbiendo lo que para ti es belleza única y especial”. Aquella noche fue Mats Levén quien se encargó de la parte vocal.

Finalmente la cita más reciente fue en 2022, en León, en un festival que desde el nombre (Candelabrum) le rinde tributo a los pioneros suecos del Epic Doom. Candlemass tocó nueve canciones y solo de sus tres discos más sólidos: Epicus Doomicus Metallicus, Nightfall y Ancient Dreams. ¿Qué fue lo más especial? Lo mismo que se repetirá en Hell and Heaven: la voz de Johan Langquist, la original. Ya cada quien tendrá su opinión de si es el mejor cantante que han tenido o no, pero es el que grabó ese disco de 1986 que, nuevamente, desde el nombre llevaba implícita su trascendencia pues las palabras epicus doomicus metallicus fueron las que más tarde definieron un sub género: epic doom metal. “Solitude” es al doom lo que “Raining blood” es al thrash o lo que “Ride the sky” es al power. Y esa voz entonará esa canción en el Hell and Heaven Open Air 2023.   

Si alguien ha puesto atención, cada vez que Candlemass toca en un festival suele ofrecer un combo de grandes éxitos. Y tal vez ocho o nueve canciones parecen pocas pero no se trata de una banda de Hardcore con rolas de minuto y medio, es una banda que deja que cada elemento respire en cada composición y eso se lleva su tiempo, no importa si son seis u ocho minutos por canción. La banda está anunciada como cabeza del True Metal Stage el viernes 3 de noviembre. Aún falta conocer los horarios pero es posible que se empalme con Slipknot o Helloween. Ojalá no, pero si sucede, bueno, cada quien tomará su decisión aunque hay algo que se puede prever con total seguridad: aquél que se decida por Candlemass no se va a arrepentir.

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Auditorio BB