Música

Candlemass: doom lento y desgarrado

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Ambulante 2024

“Recibe mi sacrificio, mi sangre vital se ha extinguido, nadie me ofreció amor ni comprensión. Escuchen mis palabras, difamadores e impostores, y por favor déjenme morir en soledad”. Black Sabbath es la banda prototípica de metal y, para muchos, con justa razón, son también los padres del doom metal. Tocaban lento y desgarrado, hablaban de temas oscuros e incómodos, pero pasaron muchos años antes de que otros se decantaran por esa parte lenta y dolorosa para darle forma con todas las de la ley al doom. Candlemass, de Suecia, es banda pionera en ese sentido.

TXT:: Luis Jasso

Para no entrar en debates interminables sobre el origen específico del género, se ofrece la idea de que es una de las bandas que le dieron forma en los primeros años de los 80, junto a Pentagram, Saint Vitus, Trouble y Witchfinder General.  Su disco debut (Epicus doomicus metalicus, 1986, Black Dragon Records) es considerado por muchos como el origen del término doom metal, y es indiscutiblemente una de las piezas fundamentales de ese sonido. Más allá de todo esto, Candlemass es la banda por la cual el Candelabrum Metal Fest (2 y 3 de septiembre de 2022, Velaria de la Feria de León) adoptó su nombre. Por todo esto, Johan Längquist, el cantante en ese primer disco, que regresó a la banda tres décadas, después ofreció algunos comentarios para #SangredeMetal.

Cuando grabaron el disco, Candlemass no tenía vocalista, así que invitaron a Johan para que les ayudara. Nunca fue miembro oficial de la banda porque tenía su propio proyecto musical y no le daba tiempo de estar con ambos. Eso sí, tenía tiempo para ir al estudio y grabar. “Estoy muy orgulloso de lo que hicimos en ese momento, y nadie pensaba que el disco causaría un impacto tan grande en la gente. Los otros músicos en la banda me han dicho que incluso hubo quienes les decían, ‘nos da gusto por ustedes que sacaran el disco pero no será popular’, se burlaban. Y el tiempo demostró que todos estaban equivocados. Creo que las canciones eran, como se dice comúnmente, adelantadas a su tiempo. La gente no había escuchado nada parecido entonces pero una vez que se acostumbraron a las canciones y las melodías sí fueron muchos los que se enamoraron de él”. 

En 2018, Johan regresó con la banda y ahora sí, lo hizo de forma permanente. La expectativa era muy alta, finalmente Candlemass tuvo enormes referentes vocales, como Messiah Marcolin, Rob Lowe y Mats Levén, pero muy en el fondo, los fans siempre se preguntaron qué habría sido de ellos si Längquist hubiera seguido. La respuesta vino en 2019 con un monstruo llamado The door to doom (Napalm Records), candidato ineludible a disco del año en ese tiempo. El mundo del metal lo recibió con espectaculares reseñas: “Me siento muy conmovido, sobre todo porque cuando haces algo artístico nunca sabes como será recibido. Soy muy afortunado porque creo que hicimos un gran trabajo y me da mucho gusto saber que los escuchas lo aprecian y lo disfrutan. Hay ocasiones en que todo se cae pero estamos en un muy buen nivel y sólo espero que sigamos así. Lo que uno debe hacer es mantenerse humilde, disfrutar el momento”.

A sus 58 años, Längquist no olvida cuando fue que se enamoró del metal. Cita como influencias a Rob Halford, de Judas Priest; Ronnie James Dio, ex Black Sabbath y Rainbow; y Geoff Tate, ex Queensrÿche, pero aclara que si se le obliga a decantarse por uno solo sería Halford. “Judas Priest fue la banda que mayor impresión dejó en mi en ese tiempo (principios de los 80). Rob Halford era mi ejemplo a seguir, me encantaba la manera en que hacía los conciertos en ese tiempo, era un gran artista sobre el escenario pero también un gran cantante”.  

Esta entrevista se realizó en junio de 2020, pero debido a la pandemia y al incierto futuro entonces de Candelabrum y de la música en vivo en general, apenas en estos tiempos se puede publicar sin temor a que el mundo se cierre nuevamente. En ese 2020 la banda alcanzó a hacer algunos conciertos, tocaban completo el disco Nightfall (Noviembre 9, 1987, Active Records) en el cual él no participó. La pregunta relativa a eso fue: ¿Qué te parece más extraño, revisitar un disco en el cual no participaste, como Nightfall, o cantar sobre un pulpo en una canción en la que Tony Iommi toca un solo (la canción sobre el pulpo es “Atorolus: the Great Octopus”, de The door To doom)?

La respuesta inicial fue una estruendosa carcajada. “Ninguna me causa problema porque Candlemass ha hecho muchas grandes canciones y de hecho las de Nightfall me encantan, son realmente buenas y claro, haber hecho ‘el gran pulpo’ fue muy especial para mi porque, digamos, en cierto modo es más mi canción, pero de verdad me encanta casi todo lo que ha hecho la banda en su historia. De hecho lo hemos hablado, si vamos a meter canciones que no hayamos hecho juntos y yo no me siento a gusto con ella, no la hacemos. Pero hay una enorme biblioteca de grandes temas para escoger así que no pasa nada. Problema sería si sólo tuvieran un par de buenas canciones, pero afortunadamente no es el caso”.

Este año, Candlemass ha tocado algunas fechas en las que tocan completo Nightfall, pero también Epicus doomicus metalicus. Cuando tienen menos tiempo para tocar hacen una mezcla entre ambos, y sin poder afirmarlo, es probable que justamente ese sea el tipo de set que ofrezcan en Candelabrum. “El odio es mi único amigo, el dolor es mi padre y el tormento me deleita. La muerte es mi santuario y la busco con placer, por favor, déjenme morir en soledad”.

Staff

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