No todos los días nos encontramos ante una artista que nos ofrezca desplazarnos más allá de nuestros hábitos y que obsequie un registró sonoro que nos envuelva en lo inesperado… así ocurre con la arpista irlandesa Brídín, quien nos regala un álbum debut epónimo del que brota hermosura por todas partes.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Nativa del pequeño poblado de Sligo, ella se graduó de la Universidad de Cork, donde estudió música de manera formal y desarrolló sus habilidades para tocar ese instrumento propio de los cuentos de hadas, además de la flauta y una manera precisa y delicada para cantar.
Se cuenta que Brídín hace sus propios loops y maneja pedales, pero el resultado es sumamente sutil y de ensueño, algo que queda expuesto desde “Hideaway”, el corte de apertura y que se prolonga en “Dancing Shadows” y “Empty Room”.
Por si fuera poco, se hace acompañar de MuRli, un rapero oriundo de Limerick (tierra de The Cranberries) en una “Running”, que tiene gran fuerza e impacto y que se destaca entre el resto de un conjunto en el que también participa el actor Stephen Rea en “The Dawn Chorus” y la figura del folk Sharon Shannon en “Seasons Change”.
Brídín nos hace acordar porque en su momento nos fascinaba tanto Joanna Newsome, pero lleva al arpa un paso más allá y la dota de una gran actualidad y encanto. Ella pertenece a una familia de músicos de cuatro generaciones, por lo conocía a fondo la tradición, aunque no tiene reparo alguno en instalarse en un presente muy emocionante.
¡Háganse un favor y denle oportunidad a este disco de arpa… una belleza!
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