En el Hollywood de los años cincuenta, el ex policía Freddy Otash tiende una amplia red de negocios ilegales y maniobras turbias que involucran a las grandes estrellas; además hace todo tipo de negocios sucios para la revista Confidential. Se trata de un rey de la extorsión y un personaje que James Ellroy extrajo de la vida real para protagonizar su novela más reciente: Pánico, editada por Random House este año.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
James Ellroy es un demonio de la escritura, así como un tipo huraño que siempre confiesa que vive en el pasado y no entiende la mayoría de cosas que implica vivir en este tiempo. Se trata de un escritor magnífico que se decanta por la literatura negra y que se define a sí mismo como un perro rabioso.
Ha construido su reino literario alrededor de una ciudad de Los Ángeles que ya sólo existe en su mente – y que sólo llega hasta los años sesenta-. Ahora incursiona en una historia que muestra a grandes figuras del cine, la política y la socialité que tenían gusto por el sexo hardcore. Otash es un tipo que se las sabe todas y que incluso dio fin a un asesino de policías; ahora saca rédito de las excentricidades que pululan en La Meca del cine.
No en vano -y con precisión- Los Angeles Times apuntan: “Uno acude a Ellroy para revolcarse en la sangre y el barro, para someterse a los giros y traiciones de la trama“; ahora sabe que de la clase alta puede extraer dinero fácil que huele a sexo sucio.
En Pánico, James Ellroy va muy a fondo con un tipo involucrado en películas porno clandestinas gestadas por las grandes estrellas, y que además disfruta con chantajear a homosexuales y actores que se antojarían inalcanzables, como Marilyn Monroe, Rock Hudson y Lana Turner.
El también autor de El Cuarteto de Los Ángeles -la saga de L.A. Confidential– es implacable, rudo y un escritor a los que hay que seguir con atención, aún con el riesgo de que alguno de sus libros te suelte una mordida.
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