Cerramos el recuento de la REDPEM (Red de Periodistas Independientes de Iberoamérica) confirmando la convicción de que Iberoamérica es un territorio cultural con un presente estimulante y en pleno desarrollo; tal y como podemos apreciar en la recolecta de todos y cada uno de los periodistas participantes en este año que se esfuma. Cuarta y última parte. Vaya viaje. ¡Siempre hay música esperando su turno antes nuestros oídos, Iberoamérica resuena!
Luisa Piñeros (Colombia)
Puerto Candelaria Big Band / La sociedad de la cumbia
Juancho Valencia es un alma vieja. En pleno siglo XXI donde los productores se dejan tentar por las tendencias urbanas y comerciales, él ha querido ser fiel a un espíritu colombiano que hoy lo lleva, junto a todo el equipo de Merlín Producciones, a crear teatro musical. La sociedad de la cumbia es un álbum, es una puesta en escena y es también una serie de televisión que se emitió por un canal público de Antioquia, el departamento que hace poco más de 20 años vio nacer a este colectivo que hoy es la empresa independiente musical más relevante de su país.
La sociedad de la cumbia evoca las cumbias y porros del legendario Lucho Bermúdez (“Salsipuedes”, “Tolú”, “Gaita de las flores”), Pacho Galán (“Ay cosita linda”), composiciones de José Barros (“El pescador”) y también incluye temas compuestos por el propio Juancho que sin duda está a la altura musical de las leyendas mencionadas. El aporte de esta obra es muy significativo, sobre todo para un país donde bailamos nuestras penas. Un país que despierta a sus raíces y que de a poco se identifica con algunos ritmos que por décadas nos han acompañado. Somos un país mestizo, con dolorosas historias debajo de la piel, pero también florece el amor y la esperanza en una sociedad que hoy se une gracias a la cumbia.
Luisa Piñeros también recomienda escuchar:
Monte / Nuj
Austin TV / Rizoma
Velandia y La Tigra / Proverbios burros
Catrin Finch & Aoife Ni Bhriain / Double you
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Alejandro González Castillo (México)
En México los músicos luchan por espacio en medio de una oferta desbordante. Se pelea por eludir la vulgaridad cuando el mismo aire apesta a lugar común, cuando el público regularmente va a la segura, recurriendo a fórmulas caladas sin que importe si el empaque que se le presenta trae sello trasnacional o la fecha de caducidad hace rato venció. Sin embargo existe resistencia, bajo la superficie una escena palpita como desde hace décadas ocurre; lejos de las marquesinas mejor iluminadas. En ese ambiente ya puede hablarse de un sello particular, un sonido de la capital mexicana que va del kraut a la psicodelia, del shoegaze al dream pop, que se queja gritando y distorsionando lo que tenga a la mano, que se afianza en la experimentación con tal de ponerle soundtrack a quienes padecen su andar entre calles marchitas.
Unperro Andaluz suena corrosivo y agresivo, también melancólico. El sexteto resume bien el ambiente sónico subterráneo de la CDMX. En su música hay lo mismo ecos de Belafonte Sensacional y Diles que no me Maten que de Los Mengers o El Shirota. Peek! es una obra abrasiva, que desgasta con cada escucha. También es un listado de temas demandante, que requiere atención total con tal de que el escucha no se extravíe. “Bossy“, “Intervalos de 40 días“, “Fayuca“, “Canícula en el cerro“, “El charco“. Es ésta música para deambular por la madrugada en la mancha urbana. Tenemos aquí rolas para personas con arrestos, con poco por perder; tracks para oídos con ganas de entender qué onda con la nueva onda chilanga. Quizá lo mejor esté por venir para este combo de músicos; de momento, la banda ya consiguió imprimir la instantánea generacional. Y el futuro, de pronto, no luce tan oscuro.
Alejandro González Castillo también recomienda escuchar:
Lorelle Meets the Obsolete / Datura
Los Mundos / Eco del universo
Diles que no me Maten / Obrigaggi
Mirror Revelations / Aura
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Johanna Watson (Chile)
Al volver tras diez años de receso, Los Bunkers sabían que se enfrentarían a una realidad diferente a la que conocían cuando se separaron. Vivimos un momento en el que el rock es un género musical que ha envejecido. La música urbana está a la cabeza y los beats han desplazado los riffs de las guitarras en miles de canciones.
Simbólicamente, el regreso de Los Bunkers en el 2023 no es nada menor, primero porque ellos representan la última gran banda de rock que tenemos los chilenos, y segundo porque es un grupo querido y respetado en otras latitudes. No sabemos cuánto durará este retorno, pero constatamos que se ha desarrollado con todas las de la ley: conciertos masivos, giras, dos shows en el Estadio Nacional de Chile y fechas agendadas en lugares poco convencionales, como la isla de Rapa Nui. No es posible analizar por separado este álbum sin haber reflexionado sobre todo lo anterior.
Noviembre es el resultado de un proceso, del receso de una década, de un retorno esperado en un momento incierto para el rock. Un disco donde la ciudad continúa apareciendo como eje creativo en un trabajo que parece menos preocupado del concepto y que suena a la esencia de los músicos que lo compusieron. Pareciera que Noviembre es un gesto de resiliencia, una revisión del pasado y un aviso al futuro, instalando la idea de que no sólo los músicos tenían ganas de hacer rock, sino que el público tenía ganas de escucharlo.
Johanna Watson también recomienda:
Parálisis del Sueño / IV
Kali Uchis / Red moon in Venus
Dúo Pajarito / Al trinar
Cancamusa / Amor minimal
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Jaime Monsalve (Colombia)
Velandia y La Tigra / Proverbios burros
El icónico cabeza de burro, Miles Broncas, ataca de nuevo. La poesía asilvestrada y forajida de Edson Velandia regresa en combo completo a un estudio después de 12 años. El trovador sin dios ni ley, rara avis de la canción de autor latinoamericana, la música campesina colombiana y el rock, mezcla que ha denominado “rasqa”, de nuevo enternece, desternilla, asombra, ruboriza y extasía. Su faltriquera viene otra vez cargada de historias, descripciones y panegíricos varios. Nos pasea por los bajos fondos con “Zapatos” y nos insinúa el principio de todos los males en “Venganza”. También se pone en los zapatos del célebre cura guerrillero Camilo Torres y del propio Jesucristo, nos recuerda que alguna vez “Venezuela” y Colombia fueron lo mismo y que lo importante no es lo que haya en la nevera sino tener “Nevera”.
Consecuente con su momento histórico, la pluma del músico santandereano fue fundamental a la hora de establecer una banda sonora del estallido social colombiano de 2021. Pasado el momento de los panfletos, como él mismo llamó a esas cocreaciones incendiarias y urgentes al lado de su compañera Adriana Lizcano (a la que le dedica la hermosa balada “Ñera”), era momento del retorno en pleno, de volver por esos fueros tan personales de conciencia y cinismo que siempre nos suponen una buena noticia y una enhorabuena más por la música independiente hecha en Colombia.
Jaime Monsalve también recomienda:
Mestizo / Mestizo
Tostao / Exótico pa’l mundo. Vol. 1
Quinteto Leopoldo Federico / El Trébol Agorero. Homenaje a Luis Antonio Calvo
Diana Burco / Karma
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