¿Cuánta insatisfacción y sinsabores puede acumular alguien de 24 años? Claro, hoy se vive aceleradamente y quizá esa veintena y poco más haya provocado un alud de experiencias en alguien como Phoebe Green, quien con habilidad las convirtió en las 13 canciones que marcan su debut con Lucky Me.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
En el título y que da nombre también a la segunda canción, hay evidentemente una gran ironía, que se acompaña de una gran sinceridad a la hora de enlistar una serie de malestares y pesadumbres, y envolverlos en un traje aparentemente feliz de pop electrónico en el que los sintetizadores chisporrotean.
Phoebe Green está dispuesta a contarlo todo… se moría de ganas… quizá por eso adelantó hasta 5 temas de una entrega absolutamente notable y en la que “Just A Gme” es una joyita que se une a “Crying in the Club”, “Sweat” y “Make it Easy”.
Lucky Me (Chess Club Records/ 2022) es un disco ideal para los seguidores de Billie Eilish, pues tiene esa parte confesional, pero a través de un pop más festivo, acelerado y prístino. Sin problema puede alinearse en la misma fila de Aurora, Lilly Allen, Robyn y MØ.
Al dejar correr las canciones uno se preguntaría: ¿qué tiene Manchester para hacer sentir a las personas tan miserables? ¿Algo tendrán que ver esos cielos casi siempre grises? ¿las personas se exceden en su hosquedad y ostracismo?
Al final se entiende que Phoebe Green componga un tema con el título “I Wish You Never Saw Me Cry” o que suelte una frase tan lapidaria como: “Nothing makes me feel so good as wanting something that I shouldn’t” en “Won’t Sit Still”.
Lucky Me posee un buen grado de magnetismo y nos hace volver a él para azotarnos un pop mientras la música nos engaña con esa vibra aparentemente feliz… eso es todo un logro en los tiempos que corre y un gran mérito de Phoebe Green.
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