El escritor inglés, e hincha incondicional del Arsenal, Nick Hornby se ganó nuestro reconocimiento a través de historia tan entrañables como las de Alta fidelidad, Un gran chico, Fiebre en las gradas y 31 canciones, entre otras, en las que siempre está presente de alguna manera la música -elemento crucial en la cultura británica-; se trata de novelas que se mantienen muy vitales a través del tiempo.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Ahora regresa con una más, Alguien como tú, cuyo título busca conectar con el entramado socio-étnico de la Inglaterra de hoy día, y en la que ha elegido con sumo cuidado los personajes principales: “Lucy: mujer blanca, 42 años, separada, con dos hijos y un exmarido en proceso de desintoxicación por varias adicciones, profesora de literatura y jefa de departamento en un colegio de un barrio multiétnico, culta y con amigos sofisticados.
Joseph: hombre negro, 22 años, hijo de un matrimonio roto: la madre enfermera en un hospital público y el padre trabajador de la construcción en paro; pluriempleado –dependiente de carnicería, entrenador de fútbol juvenil, auxiliar en un centro deportivo– y con el sueño de hacer carrera como DJ”.
En Alguien como tú la relación de pareja incomoda en el barrio, que además es un hervidero debido al momento en que ocurre la relación: justo en el debate para salir o no de la Unión Europea… cosa que finalmente pasó y con funestos resultados.
El sabor de Alguien como tú (editada en español por Anagrama) se encuentra también en la galería de personajes que rodea a la pareja y en la que aparecen: “un escritor blanco con problemas de erección; una amiga blanca obsesionada con el sexo, o más bien con fantasear sobre el sexo; una chica negra seductora, ambiciosa y que canta como los ángeles; otra chica negra a la que le encanta Thomas Hardy; un chico muy friki que lo sabe todo sobre la música negra”.
Una vez más Hornby puede tocar asuntos profundos con ligereza y gran sentido del humor, no extraña pues que para Anthony Cummings, periodista de The Daily Mail, su estilo de escritura: “deslumbra con unos diálogos geniales y una punzante comicidad de ritmo endiablado”.
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