“Este bucle infinito/ no conoce final… en el umbral de los sueños/ todo está enfermo”, son frases que transitan por el primer track en forma de Duelo, el cuarto álbum en 6 años de trayectoria de los barceloneses Medalla, que está vez le arrean como nunca las guitarras, tal como ocurre en el tema en mención, “Todo está enfermo”, que aparece tras los 27 segundos de “Umbral de sueños”, que es más bien una introducción.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Y seguimos con “Bandera a media asta”, que no hace sino confirmarnos que una influencia crucial para este disco es el metal, que este álbum es un elogio a los riffs pesados envueltos en una arremetida de poder percusivo. 12 canciones –y esa intro- que se regodean en el poderío del rock, que aquí despliega su esencia salvaje y combativa.
Con Medalla todo ha sido superación y este Duelo es un inmejorable relevo de Arista Rota (2021) y que abre espacio para pasajes imbuidos de psicodelia e incluso algo de sonido post-punk, tal como ocurre en “Abandonarse a la tristeza”, que nos remonta a los momentos de mayor gloria de Placebo, por citar a unos miembros destacados de tal corriente, aunque hasta de Editors nos podemos acordar.
Medalla se hallan apegados a la independencia total y es por ello, que han editado a través de su propio sello, Estudio Mazmorra; al tiempo que han sabido elegir en cuanto al productor… ahí está Sergio Pérez de SVPER, que entendió este sonido crudo y potente –que nos remite también a los chilenos de Astro– y en el cual supo dosificar la presencia de sintetizadores que lo enriquece todo.
Duelo acomete de principio a fin con mucha furia… es como una estampida en la que sobresalen “Jardín de Puñales”, con una batería implacable, “Dardo” –nerviosa y certera- y “Bestia de Fuego”, que posee resabios de El Columpio Asesino.
Medalla conservan esa parte de reflexión existencial y un lado siniestro; ambos elementos aparecen en su narrativa y nos mantienen interesados en un álbum que reivindica esas ganas de hacer guitarra de aire.
Dejan para el cierre uno de los temas más introspectivos… la canción que le da título –y que ya habían adelantado- es una colaboración con la cantante Valdivia y les permite lucir también acompañados de una sección de cuerdas.
Medalla ha dado un golpe de autoridad sobre el tablero del rock… que las guitarras crujan, que las baterías derribe muros… un álbum contundente y apasionado.
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