Si eres un rockero de la vieja guardia que partió desde el barrio, debe producirte enorme satisfacción cuando un poeta de la talla de Luis Alberto de Cuenca se refiere de ti de la siguiente manera: “Loquillo es un Jack London de la aventura musical, un caballero andante del rock, un paladín del honor y de la amistad”.
La frase es utilizada para promover la aparición de Loquillo -la biografía oficial-, escrita por Felipe Cabrerizo, a partir de materiales de archivo y entrevistas inéditas con su protagonista, un personaje que tiene un papel importante en la historia del rock hispanoamericano, pero que no ha estado exento de polémicas, que no obstan para que sea un referente de la escena cultural española.
José María Sanz –Loquillo– tuvo sus años de gloria junto a Los trogloditas, para emprender luego la ruta en solitario y rondar las cinco décadas sobre los escenarios y es por ello que son interesantes las aportaciones de un trabajo muy bien investigado y que revisa la discografía, colaboraciones y vida personal de un cantante imprescindible cuando el rock es cantado en español y que se sabe un Ave de las tempestades, tan es así que comenta: “En este libro cuento (casi) toda mi verdad”.
Con lo que se obtiene un colofón a todo lo que ha expuesto en los libros bajo su propio nombre: El chico de la bomba, En las calles de Madrid, Barcelona ciudad y Chanel, cocaína y Dom Pérignon. Ahora tenemos una obra con una perspectiva distinta y que nos permite acompañarlo desde su infancia en el barrio barcelonés de El Clot, dar sus primeros quiebres en el rock and roll sin ningún tipo de formación profesional, hasta llegar a ser un icono entrado en años y con una postura irreductible.
La prensa española ha reaccionado de inmediato a la aparición de Loquillo -La biografía oficial- (Ediciones B) y entre las apreciaciones más correctas acerca de este trabajo apuntan: “que supone el retrato definitivo de no solo de un músico esencial sino de una época trascendental”.
Y sí, Loquillo debería estar contento por lo dicho por Luis Alberto de Cuenca, pero también es oportuno mencionar lo que una figura de la literatura negra y tan cercano a la cultura rock, como lo es Carlos Zanón, ha dicho tanto de su persona como de la obra que nos ocupa: “Loquillo nunca está dónde se le busca. Es Batman en la baticueva, Dino con los amigos, un tipo listo en los negocios y una estrella en el escenario, en el cancionero y en el imaginario de este país. Y Cabrerizo ha tenido la osadía de tomarle las hechuras con pasión y rigor a nuestro roquero de guardia, superviviente de todas las batallas”.
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