Entrevistas

Lázaro Cristóbal Comala: “Dios no existe, el alcohol es mi apoyo”

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Lázaro Cristóbal Comala: “Dios no existe, el alcohol es mi apoyo”
Ambulante 2024

Lázaro. Un compositor de contradicciones, desdichas y presagios. Hace unas semanas fuimos a buscarlo a Durango, para documentar la presentación de su álbum Belmont en el Teatro Victoria. Días antes de tocar en su ciudad natal (tras casi cuatro años de ausencia), nos encontramos en el Belmont, cantina bohemia de gente triste donde los mezcales se disfrutan mejor en soledad. Entre sorbo y sorbo fuimos explorando las aristas de este complejo músico, buscando los sentidos detrás del Belmont.  Sin más, dele play y sea bienvenido a este grandioso paseo de la mano de Lázaro Cristóbal Comala

TXT:: Iván Gutiérrez

Pusiste un sample de una canción de Nacho Vegas, “Monomanía”, al inicio de “Faisanes”, en lo que pareciera un homenaje a este compositor español… 

Sí, extendí algo que ya había hecho Nacho Vegas. “Monomanía” es una canción en la que Nacho agarró la melodía de otra parte, que es básicamente lo que yo hice. Entonces mi forma de hacer “Faisanes” fue extender ese ejercicio. Le escribí a Nacho y le dije, “oye, hice una canción robándome la melodía de “Monomanía” y es ésta, quisiera meter un sample de ahí”; y me dijo, “sí, para eso son las canciones, yo también me las robo”. Y hasta cierto punto el tema de la canción es el mismo: es una extensión. Un ejemplo de lo que te comento es que Nacho hizo lo mismo en “Ciudad Vampira”: tomó prestada la melodía de “Devil Town”, de Daniel Johnston. De hecho, en la versión del álbum, cuando empieza “Ciudad Vampira” tiene al principio a una mujer cantando la canción de Johnston en catalán.

En “Un Manhattan” dices que estás hecho de cristianos pendejos, en “Líbano” hablas del Dios de tus padres, y desde el arranque del álbum mencionas “El diablo ha hecho más por mí que Dios”, ¿de dónde nace este interés por el tema religioso? 

Viene de que crecí en una familia cristiana, de cristianos protestantes. Lo de “el diablo ha hecho más por mí que Dios” es una metáfora. El cristianismo protestante de Durango está muy basado en el cristianismo gringo, que es muy capitalista, basado en algo que se conoce como el Evangelio de la Prosperidad, que te enseña que Dios te quiere con dinero, Dios te quiere sano, Dios te quiere con estudios, con una casa, una familia. Es el American Dream

Cuando me separé de la iglesia lo hice porque yo era toda la antítesis de eso: Dios me quería con una familia y mis padres estaban divorciados; Dios me quería sano y yo estaba enfermo; Dios me quería con trabajo y yo estaba desempleado. Era todo lo que no debería haber sido. Eso implicaba que yo estaba haciendo algo mal, que yo era lo que estaba mal. Y por eso me alejé. 

Entonces “El Diablo ha hecho más por mí que dios” es una metáfora de que… ya en recapitulación, no tener trabajo, en lugar de tener trabajo, te da más, porque te hace crecer; tener papás divorciados en lugar de una buena familia, te hace más maduro; de ahí va que todo lo malo te da más, que uno aprende más de los malos ratos que de los buenos: uno no aprende nada de estar feliz, uno no aprende nada de estar sano. 

Y bueno, “Líbano” tampoco es religiosa, es más bien familiar. Por eso dice “el dios de mis padres”, porque una cosa es dios y otra lo que te enseñan a ti. “Líbano” y “Manhattan” son canciones familiares, de antepasados. Y de cristianos pendejos pues sí, porque toda mi vida estuve rodeado de ellos. 

¿Qué es para ti Dios? 

No sé… la mayor parte de mi vida creí que era real, pero desde hace una década pienso que no existe: no es nada. Lo que pasa con Dios es que, si no es intervencionista, no es nada, porque, ¿de qué sirve un Dios que no interviene? Digamos que sí existe, pero no interviene, ¿entonces para qué existe? Creo que Dios es una consolación: al final te da cáncer y sabes que te vas a morir, y acudes a él. Por eso mi Dios es el de “Líbano”, no es “el Dios”; sino el Dios de mis padres, con el que me educaron. 

La ansiedad es un tema constante en tus canciones, ¿cómo lidias con ella?

Con el alcohol… que no debería, porque hace daño a la larga. Lo que pasa es que es muy caro medicarse. Yo me medicaba, pero ahora que renuncié a mi trabajo y que tengo un hijo, llegó un punto en el que… la terapia y el medicamento me costaban más que lo que  pagaba de renta, entonces el alcohol… te baja. Yo no tomo para estar pedo, lo hago más bien para llegar a estos niveles de alcohol en la sangre, en los que sigo siendo muy funcional, pero estoy más relajado. Me tomo una media y dos o tres mezcales y es como chocomilk, me da para seguirle, incluso me siento mejor persona. No para huir de problemas o terminar pedo y caerte, sino como una especie de apoyo.

¿Qué te da esperanza?

Mi hijo, nada más, con todo lo que implica: platicar con él, acompañarlo y verlo crecer un paso a la vez.

 

Staff

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