Al comienzo del 2022 nos encontramos con que dos artistas noruegas han mostrado música maravillosa: Jenny Hval y Aurora; ambas son artistas que apuestan por la amplitud de registros estéticos del pop electrónico y que dan muestra de su gran capacidad narrativa, pero no están solas, ahora tenemos que tomar en cuanta a otra exquisita propuesta nórdica: Kate Havnevik.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Apenas el 21 apareció su cuarto álbum, Lightship, a través de Continentica Records, una colección de 10 canciones en las que conviven una parte experimental con el gusto por los instrumentos antiguos; las dos vertientes aportan equilibrio a una propuesta muy contemporánea y sumamente elegante.
El disco ha tomado su nombre del estudio londinense donde fue grabado y que tiene la peculiaridad de flotar sobre el río Támesis, lugar en el que Kate Havnevik, quien además es productora y compositora, se reunió a trabajar con Guy Sigsworth, su colaborador desde hace mucho y con quien comparte créditos en Lightship.
Las canciones que desfilan por esta obra de arte tienen esa parte etérea que ha caracterizado la música de Kate, al tiempo que agregan a un cello que proviene del ámbito de la música clásica actual, de parte de Ian Burdge, colaborador de Max Richter y Nitin Sawhney. Este músico se luce con los pizzicatos de su instrumento en “Dream Her To Life”, el más reciente sencillo.
En el tema que Cierra, “Starlight Fires” se escucha la celesta, un instrumento antiguo que ya alguna vez utilizara P. J. Harvey, mientras que en “Taking Flight” recurrió a instrumentos barrocos que luego integró a un arreglo que incorpora la tecnología del presente.
Para complementar el lanzamiento del álbum, Kate y Guy aparecen en The Lightship Conversations junto al periodista noruego Per Sunders; juntos irán abordando distintos aspectos a través de segmentos que aparecen en el canal de Youtube de la artista y que se irán esparciendo hasta el 9 de febrero.
Cerremos este repaso a Lightship consignando también la aportación del musico Talvin Singh, ejecutante de la tabla hindú y quien ha participado en proyectos de Björk, Madonna y Massive Attack, entre otros. Juntos hacen “Zamami”, una pieza inspirada en la remota isla que lleva ese nombre y localizada en la región de Okinawa en Asia.
Kate Havnevik ofrece un pop electrónico delicado y emotivo… música que crea paisajes sonoros que permiten explorar al interior de nosotros mismos.