Música

Julia Jacklin y su vulnerable valentía

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Ambulante 2024

Sentirse en un bache profundo llegando a cierta edad es algo que muchos han experimentado. Julia Jacklin, en sus treintas, sabe de qué va eso y en sus composiciones lo ha sabido dejar claro. Terminar amistades, criticar patrones aprendidos, equivocarse, curarse el corazón, cuidarse a uno mismo y evaluar relaciones familiares es un poco (o mucho) de lo que vamos a encontrar en la música de la australiana, quien recientemente ha estrenado Pre Pleasure, su tercer álbum en estudio bajo el sello de Polyvinyl Records.

TXT:: Sara Chávez

A principios de mayo, “Lydia wears a cross” nos ponía de vuelta en el trabajo que Julia Jacklin ha venido labrando desde 2016, navegando en un mar revuelto y confuso, lidiando con la idea de ser creyente. Vestida con un sueste de marinero color amarillo y un impermeable, podemos verla corriendo y tropezar en la arena de la playa, mirando al cielo como si intentara entender la vulnerabilidad a la que estamos expuestos cuando se nos ha inculcado llevar bien puesta la cruz y arrodillarnos a orar para conseguir el perdón que creíamos necesitar.

Pasaron tres años y una pandemia para que la oriunda de Melbourne, junto al coproductor Marcus Paquin (The Weather Station, The National), sacará a la luz Pre Pleasure, una disco grabado en Montreal al lado de un grupo de músicos entre los que resaltan Owen Pallet (Arcade Fire), quien se encargó de los arreglos de cuerdas en “Ignore Tenderness” y “End of a friendship”, por cierto, de las piezas más destacadas del álbum por ser las primeras ejecutadas con orquesta sinfónica, algo que Julia no había considerado en sus dos obras anteriores y que conforme avanzan potenciando adornos melódicos, nos llevan a mantener por un buen rato los audífonos pegados a las orejas.

Seguramente muchas de las experiencias personales de Julia Jacklin están vertidas en las historias de Pre Pleasure. Resulta inevitable no sentirse identificado con sus composiciones pues, sin excederse en adornos, se hallan sinceridad, crudeza y familiaridad. ¿Quién no ha sido su propio crítico y se ha preguntado una y otra vez si volverá a perderse de nuevo, después de conocer su mejor faceta, como ocurre en “I Was Neon”; o quién no desearía conocer mejor y también mejorar la relación con su madre, tal como lo sugiere “Less of a Stranger“?

Jacklin nos envuelve en un mundo que nos resulta conocido para recordar aquellas veces que estábamos enamorados y sentíamos que eso era lo único que nos mantenía vivos; aunque también nos mete en la cabeza la idea de sólo desear el amor (“Love, try not to let go”) mientras un piano armoniza el momento. Por otro lado, la mirada femenina sobre el sexo es un punto neurálgico de este álbum, porque pone en jaque las veces en la intimidad que experimentamos vergüenza de “sentir”, por prejuicios y malos rollos, sobre todo siendo mujeres. Por el lado opuesto, en Pre Pleasure igualmente se retrata aquel momento en el que simplemente decidimos entregarnos a nuestros deseos y placeres, como se apunta en “Magic”.

Pre Pleasure no ha seguido una línea distinta a la de los trabajos anteriores de su autora, pero aun así no deja de sorprender el hecho de que una música y letrista de este calibre, poseedora de una voz tan potente como dulce y desgarradora, nos mantenga siempre a raya, deseando conocer más de lo que tiene por ofrecer. En este álbum, Julia Jacklin nos sugiere sutilmente que los momentos incómodos de nuestras vidas merecen ser reflejados por la luz de un faro de vez en cuando, con el objetivo de contemplar todo el espectro y así darnos cuenta de lo mucho que podemos cambiar, sin dejar dudas de que siempre podemos ser valientes.

Staff

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