Vivimos una cita fabulosa en compañía de Islas, esa banda que lleva rato rondando nuestros oídos y que acaba de darle vida a Suertes, el álbum que de la mano de Casete congregó a prensa especializada y amigos cercanos para que, con los ojos cerrados y entre copas, disfrutáramos una tarde-noche muy especial. Una listening party mágica y profunda.
“Escuchar un álbum completo significa un sacrificio, porque siempre estamos en un rush de dopamina”, aseguró Ricardo Castillo, tomando la voz de Islas ante la prensa, refiriéndose a cómo las redes sociales suelen atraer toda nuestra atención, dejando poco espacio para darnos un respiro y así atender lo que acaricia nuestros oídos; en este caso un álbum diseñado a la vieja usanza, una obra con un hilo discursivo, estético, que merece su espacio.
Castillo mencionó el trajín que le llevó a él y al resto de la banda a la presentación del álbum. Se refirió a Julio Cortázar, al tarot; habló de Carlos Espinoza y de su labor artística. Con esto detrás la expectativa crecía; se acercaba la hora de escuchar Suertes, un álbum definitivo para Islas. En medio de esto, Delia Ha, de @bespoke.estudio estaba por intervenir chamarras, camisetas y tote bags, prendas y accesorios que terminarían en manos de un puñado de afortunados.
Al tiempo, Dark Horse despachaba bebidas mientras los canapés en iban y venían. Merlot, Cabernet Sauvignon, Rosé. Vaya sabores, qué manera de consentir al paladar. Ese buen vino invitaba al brindis y el clima, húmedo, frío y nublado, incitaba a escuchar los temas que integran Suertes. Por su lado, el incienso estimulaba el olfato, el humo acariciaba mejillas. La pura camaradería. Por ahí un tarostista leía designios. La noche caía plena y la música fluía.
Cuando Ricardo Castillo mencionó el nombre de la banda que lidera, considerando que su germen es meridense, de inmediato se dibujaron en las cabezas de muchos partituras de corte tropical, entre palmeras y congas. La realidad es otra: Islas recurre a Slowdive y Cocteau Twins como inspiración, además de albergar sonoridades propias del neo soul o el hip hop. “Lo nuestro no suena caribeño; sino frío, con luces neón”, explicó Castillo mientras paladeaba una copa de Dark Horse y aguardaba su turno para certificar ante el tarotista que sí, con Suertes de su lado, el futuro de Islas luce prometedor.
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