Durante el confinamiento que el Covid-19 cada persona canalizó sus sentimientos y sensaciones de modo distinto; para un compositor de canciones como el español Marcos Crespo fue el pretexto ideal para componer temas tuvieran los representativos títulos de “Hasta que la muerte llegue” y “Ya no hay verano”; así surgió Depresión Sonora.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Tras un par de EP´s iniciales, en 2022 debutó con el álbum El arte de morir muy despacio… todo es muy explicito en un proyecto que es absolutamente directo en sus letras y que en lo musical guarda cercanía con lo que hacen Editors e Interpol… el post-punk es muy elástico a final de cuentas.
En España se puede hacer arqueología musical y encontrar este proyecto en la misma catacumba que ocupan Derribos Arias y Décima Victima, pero con un pulso muy actual (tan cerca de El último vecino), que tiene que ver con esa parte confesional del emo.
Así es como llegamos hasta “Makinavaja”, cuatro canciones que llegan con tan buena suerte que podrá presentarlas el próxima abril en el Festival de Coachella a donde fue invitado -¡el underground hispano cruzando el Atlántico!-.
Depresión sonora se mueve en un low-fi que es toda una declaración y ahí coloca sus bases rítmicas machaconas y unas guitarras brumosas; de hecho, “mala” arranca con un pasaje sonoro de alguien que coloca un casete en la grabadora -¡todo muy analógico!-. Todo es como un cuento infantil muy siniestro… con todo y sus vocecillas colándose.
Luego viene “vivo del aire”, que es la más eufórica del lote y la que evidencia un crecimiento en la propuesta; seguida por la nihilista “nada importa” y el dramón se intensifica. Makinavaja -título que viene de un personaje de la cultura popular- es una producción concebida para vinilo en la que intervino el propio Marcos junto Diego Escriche (La Plata) y Harto Rodríguez (Antifan).
Con Depresión Sonora todo es desencanto y pesadumbre, hasta cerrar con “estupefacientes”, que incluye una maraña guitarrera y la misma urgencia adolescente. He aquí una prueba de que se puede hacer un manifiesto existencial en apenas 11 minutos… una expresión total del presente con todos sus aciertos y contradicciones.
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