Es común que la música sea un hobby, pero llevarlo a la profesionalización es una cosa aparte, en ese proceso encontramos a una de las joyas del indie-pop/dream-pop local, Elmarnegro, proyecto que aunque lleva sus años en el anonimato se ha animado a debutar con un excelso LP que eriza la piel y fluye de principio a fin como la corriente de viento en un paraje al aire libre.
Añoluz es una colección de canciones que exploran temas como la pérdida, la iluminación, la tormenta y la calma. A veces contradictorias, otras veces complementarias, estas reflexiones profundas nos invitan a explorar nuestra propia dualidad interna.
Producido por Parrillat y Elmarnegro, Añoluz fue grabado en Niño Rata Estudio. Sin lugar a dudas el álbum se atreve a combinar géneros musicales manteniendo un imaginario de ensoñación indie, que se nutre de beats bailables de medio tiempo (“Pez espada”), bedroom pop (“Mar abierto”) o dream pop (“Ciudad de luz”), por mencionar algunos estilos que desfilan a lo largo del debut de Elmarnegro ya disponible a través de Casete.
Añoluz sublima una calidad musical de ensueño cargada de nostalgia que incluso nos puede remitir a un dejo de pesadilla que se refleja en temas como “Bruja sueña el fin” y “Cínico”. Estas canciones, en apariencia contradictorias, en realidad capturan la complejidad de la psique humana y nuestra lucha constante por encontrar sentido en la realidad en la que vivimos desde la perspectiva de los ahora dos integrantes (Pogo y Om).
Sin duda el debut de Pogo y Om con Elmarnegro es un disco necesario en el ecosistema mexicano, que da cátedra de calidad musical y pone la vara en alto para que la independencia pueda lograr la pureza de este sonido desde la independencia. Así mismo Elmarnegro nos invita a explorar la complejidad de nuestras propias experiencias durante tiempos turbulentos en un viaje de inmersiva introspección apta para compartirse con a quien más confianza le tengas.
