Entrevistas

Daughter: Un fantasmal optimismo

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Ambulante 2024

Cuando los integrantes de Daughter decidieron vivir en lugares distintos y distantes, nunca imaginaron que la pandemia provocaría una extensión inesperada de la vida en remoto. El recorrido musical del trío conformado por Elena Tonra, Igor Haefelli y Remi Aguilella abarca hoy más de una década y llega hasta Stereo mind game (4AD, 2023), su tercer larga duración, un disco donde la nostalgia de sus trabajos anteriores es inevitablemente seducida por un fantasmal optimismo que provoca una delicada tensión. Marvin platicó con cada uno de los músicos, en su propio espacio y a la distancia, sobre la dinámica que sucedió entre ellos para que el juego de la mente estereofónica comenzara a sonar. 

TXT:: Marco Patiño

En años recientes trabajaron de manera remota por los tiempos de pandemia, ¿Cómo fue proceso para la creación de Stereo mind game?

Elena. En ese tiempo ya era costumbre trabajar de forma remota o, al menos, estar distanciados uno del otro, pero definitivamente no era nuestro plan. Al principio queríamos estar juntos, en el mismo lugar, hacer este disco en una especie de situación en vivo pero no resultó así por muchas razones, especialmente debido a la pandemia. 

En el proceso aprendimos a adaptarnos a la situación y el disco se fue convirtiendo en algo muy distinto. Se volvió como un rompecabezas hecho con diferentes grabaciones. Se grabaron las baterías en Portland, yo grababa las voces en una habitación en Londres mientras que Igor trabajaba en San Diego. En algún momento, todos estos pequeños fragmentos musicales finalmente se unieron cuando estuvimos juntos en el estudio. Así que hubo una mezcla entre trabajar a la distancia y de manera presencial. 

Comparando con sus trabajos anteriores, se puede apreciar cierto cambio de ánimo en las nuevas canciones.

Remi. En una escala propia, sí, tenemos hoy un sonido más optimista y esperanzador, aunque las letras conservan algunos tintes de tristeza y melancolía. Creo que puede sentirse la intención de tener un sonido más brillante. En 2017 comenzamos con las ideas para el nuevo disco, en una sala de ensayo en California; y creo que desde ese momento, al estar en un ambiente soleado, existió un peculiar impulso de energía positiva. Las experiencias de vida de cada uno de nosotros, en los años recientes, y el hecho de estar en lugares, digamos, más felices, suelen incidir en la escritura de las canciones. 

Los proyectos que cada uno de ustedes realizó antes del nuevo disco, de qué manera cambiaron la manera de crear en conjunto.

Remi. Resultó muy refrescante tomarse ese descanso, tanto a nivel personal como profesional. En mi caso, la oportunidad de ir de gira como baterista de sesión con Ben Howard y tocar en un proyecto que ya estaba terminado, sin tener que pensar de nuevo en todo el proceso, fue revitalizador. Poder ser simplemente un músico contratado y tocar las canciones sin preocuparme creativamente sobre el futuro cercano, fue liberador.

Esa experiencia también influyó en lo que aporté al estudio cuando nos reunimos, ya que al ser un segundo baterista, volví con la idea de utilizar dos baterías en algunas canciones. Sabía que podría funcionar con el enfoque y las partes adecuadas.

El descanso también le permitió a cada uno estar en su ciudades. En mi caso, grabar en Portland significaba que todas las noches volvía a casa, dormía en mi cama y tenía mi propio equipo de grabación; en lugar de volar a Londres y dormir en un hotel, estando solo en una habitación, esperando al día siguiente. La familiaridad se sintió agradable y se tradujo estar de mejor humor, más descansado.

Y supongo que también algo sucede cuando tienes tu instrumento musical cerca de ti, en casa…

Especialmente la batería. Debido a su tamaño, es común entrar al estudio donde hay una batería que tienes que descubrir, puede ser el mismo instrumento, pero no responde de la misma manera. Hay que pasar tiempo tratando de afinarlo y todo eso. Pero cuando es tu propio equipo puedes simplemente entrar a tocar. Tuve la suerte de contar con un ingeniero que es un amigo mío, conocía su talento. En pocos minutos hizo que mis tambores sonaran bien y pude concentrarme simplemente en grabar las partes, en lugar de tratar de resolver cómo hacer que sonaran bien. 

Pienso en esta idea y recuerdo cuando Lou Reed dijo, en su última entrevista, que solía dormir con su guitarra. Como guitarrista, ¿qué opinas de esta idea, Igor?

Igor. Creo que a mi pareja le molestaría un poco, pero me gusta la respuesta de Lou. De hecho, me sorprende que haya dicho eso. Habría pensado que sería al revés, que diría: “No me importa”, o algo por el estilo.

¿Y de qué manera viviste este tiempo de pausa antes de regresar a trabajar con el grupo?

Igor. Durante ese tiempo estudié teoría musical, composición y arreglos, cosas así. Eso fue algo que influyó mucho en cómo volví al proyecto y cómo trabajé en el disco porque tenía una idea mucho más clara de lo que quería escuchar. También toqué menos la guitarra y me enfoqué en más instrumentos y escribí más música para cuerdas. 

Muchas ideas surgieron mientras tocaba en un teclado con sonidos de cuerdas y luego construí algunas partes del arreglo a partir de ahí. Al final, terminamos conservando algunas de las partes de cuerdas, que luego fueron interpretadas por músicos de cuerdas. Esa fue una gran influencia de cómo la pausa influyó en el sonido del álbum.

¿Cómo resultó la experiencia de grabar en distintos espacios, incluyendo la piscina donde registraron “Swim back”?

Elena. Es un privilegio poder probar diferentes estudios y lugares porque realmente afectan nuestro proceso. Desde la comida que pruebas, las personas con las que hablas, las calles por las que caminas… Todas las experiencias se transforman en una verdadera influencia. 

Los principales estudios en los que trabajamos están en Londres y en Devon, al suroeste de Inglaterra, cerca de una pequeña ciudad llamada Newton Abbott. Un lugar realmente genial para trabajar durante unas semanas y centrarnos en el disco, rodeados de naturaleza. Subíamos a una colina casi todos los días y mirábamos la vista hacia el mar. Fue realmente inspirador.

Finalmente, ¿se consideran una banda que planea mucho las cosas o dejan que todo fluya naturalmente?

Elena. Dejamos que la vida siga su curso. Diría que todo ha sido un extra desde que comenzamos a hacer música. Ha sido un sueño tras otro hecho realidad. No creo que ninguno de nosotros estuviera necesariamente pensando: “Sí, en 10 años seguiremos haciendo esto”. Quiero decir, simplemente grabar y lanzar un álbum ya era increíble; no sabíamos si tendríamos la oportunidad de hacerlo de nuevo. Y luego lo hicimos una segunda vez y ahora es la tercera, y nos sentimos muy bendecidos, tenemos la fortuna de hacer esto, de recibir el apoyo de nuestros fans, quienes llevan años con nosotros y los que se van sumando con los años.

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