Ahora que está tan en boga un grupo como Mdou Moctar, conviene recordar que hay una historia detrás del movimiento africano, una que tiene al grupo Tinariwen en el centro, una agrupación que surgió en Tamanrasset, Argelia, y estrechamente vinculada con el desplazamiento de mucha gente hacia el desierto del Sahara debido a los conflictos armados que afectaron a Malí.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Se les suele conectar con el pueblo Tuareg, que es nómada, y con la elaboración de una música a la que se denomina blues desértico y con la que han ganado un merecido reconocimiento internacional (incluso tienen un Grammy). De hecho, su álbum debut, The Radio Tisdas Sessions, fue grabado en 2002 utilizando energía solar.
Tinariwen tiene una alineación numerosa, pero su núcleo fundador se conforma por Alhabib (Abraybone) y Alhousseini ag Abdoulahi (Abdallah), cantautores y guitarristas, y la cantante Mina Wallet Oumar (originarios de la región de Kidal en Malí), quienes ahora han decidido desvelar un capítulo oculto en su historia discográfica.
Resulta que en el verano de 1991, cuando miembros de Tinariwen viajaron a Abidjan en Costa de Marfil para grabar material que estaba destinado a convertirse en parte de su primer disco, pero que al final sólo circuló como un casete medio informal -de los que abundan en el mercado africano-.
Ahora aparece Kel Tinariwen, que fue un proyecto auspiciado por el pintor, poeta y escritor Keltoum Sennhauser y que da cuenta que todavía estaban en búsqueda del sonido definitivo de la banda. Aquí se siente una influencia del synth-pop -ciertamente, moderada- y hay por ahí alguna caja de ritmos.
En los 8 cortes que lo conforman hay un sentido más pop en comparación con ese blues muy polvoso y lánguido con el que se dieron a conocer internacionalmente. Se trata de una colección más bien citadina y menos desértica que el resto de su repertorio.
Tinariwen han hecho una carrera expresando un lamento debido al desplazamiento forzado, suelen echar de menos una vida de paz para el pueblo Tuareg, pero no dejan de exaltar toda la fuerza poética que posee el desierto del Sahara. Escucharlos sigue resultando una experiencia fascinante, aun en esta veta más terrenal que presentan en esta grabación perdida que ahora reaparece.
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