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The Decemberists y un intenso ejercicio musical que va del folk al progresivo

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The Decemberists y un intenso ejercicio musical que va del folk al progresivo

Necesitamos más músicos con la integridad, visión y compromiso que caracterizan a Colin Meloy (1974), el líder de The Decemberists, pues él entiende cuando replegarse para vivir simplemente y obtener nociones sociales y humanas que verter en sus canciones con las que conformar luego discos importantes.

TXT:: Juan Carlos Hidalgo

Han pasado 6 años desde su obra anterior (I’ll Be Your Girl) y tenemos además una pandemia de por medio, que impactó durísimo en la historia del mundo; todo ello ha hecho mella en la banda de Portland, para acometer ahora con la obra más ambiciosa en su historia… As It Ever Was, So It Will Be Again -su noveno álbum- que está integrado por 13 canciones, para una hora y siete minutos en total.

Meloy se deja ir con reflexiones críticas ante el sistema capitalista, fustiga a sus compatriotas ante el torcido concepto de patriotismo que muchos de ellos manejan y remata aludiendo al problema del creciente consumo de opiáceos que va en alza en los Estados Unidos, y todo anteponiendo un indie rock que puede ir de momentos muy épicos a suaves pasajes folk conducidos por una guitarra acústica casi en solitario.

As It Ever Was, So It Will Be Again es una obra dividida en cuatro partes (disco doble en su versión de vinilo) que arranca entregando espléndidos dividendos con las primeras cuatro piezas. No tengo problema en mencionar que “Oh No!” y “The Reapers” son dos de las mejores composiciones en toda su carrera; la primera tiene un toque western a lo Calexico y en la que se explayan musicalmente, pues es instrumental -¡Una belleza!-.

Y a continuación nos topamos con “The Reapers” -la tercera del lote- que es una de las más ambiciosas en cuanto a arreglo e instrumentación; es conducida por una flauta que le agrega un toque vintage para ir incrementando su intensidad hasta provocar una catarata de épica que la destaca absolutamente. He aquí una banda muy cohesionada obteniendo los mejores réditos como ejecutantes.

Antes de todo ello, ya hemos pasado por la inicial “Burial Ground”, en la que participa James Mercer de The Shins, para atravesar por territorios muy folk rock, en los que nos acordamos de The Byrds o Crosby, Stills and Nash… y con una magnífica trompeta incluida.

Tras un inspirado comienzo, se dan 4 temas de bajón, en los que no hay batería y apenas se cuela alguna steel-guitar algo tímida, pero The Decemberists remontan con una de las más intensas del disco; “Born to the Morning” es un buen ejemplo de que saben rockear si se lo proponen; he allí lo mejor del tercer segmento.

Y para el cierre apartan “Joan In The Garden” que dura 19 minutos y en la que se dan ciertas maneras progresivas al pasar del remanso a la intensidad mientras dan vueltas en torno a Juana de Arco.

Tengamos siempre presente el buen nivel que tiene la discografía de The Decemberists, aunado a que suelen asumir tanto retos creativos como de discurso.  Una vez más se propusieron elevarse hasta lo más alto y lo han conseguido, con todo y sus momentos de bajón; una vez que dan en el blanco demuestran su grandeza… quedémonos con ello.

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

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