Remate publicó en 2012 un álbum verdaderamente deslumbrante que se llamó Una Araña A Punto de Comerse Una Mosca, cuyo CD venía junto con la revista Rockdelux y en el que venían canciones tan inapelables como “Odisea de Fuego” y “Su madre está enamorada de Kafka”… toda una andanada de indie pop de la cosecha más nerd que se pueda pensar.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Se trató de 7 canciones que conformaron un primer disco compuesto completamente en español, cuya obra en su totalidad le ha valido para que la influyente revista UNCUT escribiera de él: “Remate alardea de una conmovedora voz esquiva y de una capacidad prodigiosa para dar con canciones libres, frágiles, retorcidas y elegantes”.
Hoy tiene 49 años y ha pasado los últimos años haciendo música para películas en compañía de su colega Wild Honey; tan es así que han transcurrido siete sin que sacara un conjunto de canciones contenidas en un álbum… asunto que ha remediado con la aparición de Dos Galgos blancos.
Esta vez se trata de 8 canciones que una vez más confirman lo que la propia Rockdelux apuntara de Remate: “un cantautor pop con trasfondo surreal de gran talla artística”.
Es así como un músico tímido y huidizo se pertrecha detrás de personajes que admira y que tienen una fuerte personalidad, además de un entendimiento peculiar del mundo, tal como lo ha contado un compositor que posee un vocabulario muy amplio del que siempre hace gala… es como un cuentista haciendo canciones.
Es así como Dos galgos blancos arranca con “Miranda July” y cierra con “Dolly Parton”, pero en medio hay un montón de canciones tranquilas y múltiples metáforas y referencias que le hacen reivindicar a los lémures, los pájaros carpinteros y los moluscos, tal como lo hace en “David Attenborough”, que fue el primer sencillo de esta entrega.
Pocos como él para contar historias de amor minimalistas, que hacen referencia a la naturaleza y lo cotidiano como un reino lleno de sorpresas -muy al estilo del enorme escritor Raymond Carver, que hacía gran literatura de los hechos y elementos más nimios-.
Esa misma esencia se halla en “Maribel”, en la que aparecen mencionados los dos galgos blancos que propician el nombre del disco y la pintura de la portada… un ejercicio hiperrealista con los elementos precisos y puntuales y que refleja la postura del músico: “Que parezca que los personajes son y no interpretan, que la ficción parezca a veces un documental. Hace mucho que eso es lo que me cautiva y creo que cada vez estoy más cerca de lograrlo”, expresó en una entrevista con Muzikalia.
Dos Galgos Blancos fue mezclado por Kenny Gilmore, debido a que Remate admira su labor de producción para Julia Holter, Weyes Blood y Ariel Pink, y que, a la postre, aporta un sonido prístino y potente.
Una vez más Remate se muestra como uno de esos secretos mejor guardados y que uno quisiera quedarse en monopolio; al final, puede más el deseo de compartir y que sean más quienes escuchen y aprecien a un excéntrico –quizá comparable con Parade y Algora-; he aquí una pasarela de personajes variopintos que animan un logrado ejercicio narrativo-musical que es encantador por dónde se le aprecie.
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