Nuevo EP, ya van dos en el 2024, del bajista estadounidense Joshua Crumbly. P.S es un homenaje chill wave, jazz, experimental y cósmico a la infancia y a la synth music.
El mundo es de oro brillante y cálido a los ojos de un niño. El óxido es inexorable con el paso del tiempo.
Joshua Crumbly, nacido en LA e hijo de un saxofonista, tiene en su haber algunos de los mejores discos de post bop editados. Sus dos álbumes Rise del 2020 y For Ever del 2022 son imprescindibles para entender el sendero contemporáneo del jazz.
Ahora nos regala un EP de cuatro tracks tan luminosos como inocentes, puro brillo. P.S es un tributo por un lado al sintetizador Yamaha PSR-12. Un sinte de 49 teclas, de finales de los años 80, utilizado por gente como Hanckok y Corea.
Pero sobe todo es una visión musical desde la inocencia del joven el propio Crumbly se explica:
“La mayoría de los comienzos tienden a ser muy jóvenes e inocentes, pero el viaje puede abrumarnos muy fácilmente. Me he dado cuenta de que todas y cada una de las etapas son hermosas a su manera, pero encuentro que volver a una perspectiva juvenil, tomar medidas para volver al principio, puede ser la manera de disfrutar al máximo las cosas. “
El resultado luminoso e inclasificable pulula entre down tempo, el house, el jazz, el ambient, el Neo soul, la chill wave y la synth wave. Todo sin exabruptos.
P.S cuenta con colaboraciones de Samora Pinderhughes, Michael Rocketship y Little Dragon.
El EP fue mezclado por su colaborador Shahzad Ismaily.
“Se han convertido en una familia para mí”, dice Crumbly sobre Håkan Wirestrand y Erik Bodin de Little Dragon, quienes proporcionan sintetizadores y percusión, respectivamente, a lo largo del EP. “Tocar con ellos nos hizo sentir como si fuéramos niños pequeños, así que al final fue una gran sorpresa que agregaran tanta magia a esta música”.
Si en For Ever Crumbly escribía una carta al futuro en P.S la misiva es al joven creador siempre latente.
