A la hora de centrarnos en el doceavo álbum de Superchunk todo se ilumina como si se tratara de la más encendida y multicolor fiesta de indie rock y a quien no le guste, pues resulta que está ante el disco equivocado. Y es que, por poner un ejemplo, tan sólo en la canción final, “If You’re Not Dark”, aparece la maravillosa Sharon Van Etten, y bueno, la amamos que se le va a hacer.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Dadas las condiciones de la pandemia, la banda de Carolina del Norte entendió a la perfección que podía invitar a todos los colegas y buenos amigos que se les ocurriera… y lo lograron. Del otro lado del Atlántico aparecen Norman Blake y Raymond McGinley de Teenage Fanclub para sumar sus voces a “Endless Summer”, en uno encuentro gozoso de dos agrupaciones veteranas.
Y la fiesta sigue y la lista es larga… pero aunque Superchunk es una banda de guitarras, ahora encajan a la perfección un saxo tocado por Andy Stack del grupo Wye Oak en el tema que da nombre a Wild Loneliness y en el que el indie se empata con el power-pop y que la juega no termine.
Ya habían dado a conocer con anticipación “On The Floor”, en la que Mike Mills de R.E.M. aparece como segunda voz; la canción funciona a la perfección, pero ahora la sorpresa se concentra en la aparición de Owen Pallet, a quien conocemos por su proyecto personal Final Fantasy, como por ser miembro de Arcade Fire, y que se encarga de la sección de cuerdas que engalana a “This Night” -uno de los mejores temas del lote-.
Y aunque en Wild Loneliness también pasa Tracyanne Campbell de Camera Obscura, definitivamente lo más inesperado se concentra en “Highly Suspect”, una pieza que eleva las cualidades del indie al máximo y que contiene una trompeta a cargo de Kelly Pratt ¡Este reventón entre boomer y generación X llega a su pináculo!
A estás alturas de su historia –Superchunk comenzaron en 1989- no esperan trepar a lo más alto de las listas, saben bien que son un grupo de culto con total libertad de movimientos y muchas amistades que los aprecian y les reconocen.
Wild Loneliness es producto de un momento en que la banda está en plenitud de facultades; no hay motivo alguno para pensar en decrepitud, todo lo contrario. Hay prendidez, solvencia técnica, calidad compositiva y a un Mac McCaughan que como frontman parece un eterno adolescente. Se apegan a lo que han sido y al tipo de sonido que les gusta y con eso basta para seguir adelante.