Durante su carrera como deportista solía romper los tableros azotando la pelota sobre el plexiglass y el material se deshacía como si fueran trozos de azúcar cristalizada; Shaquille O´Neal ahora ya no está cerca de las canastas, pero se preocupa por estremecer las entrañas de quien van a presenciar sus sets como DJ Diesel.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
El basquetbolista que fuera una enorme figura de los Lakers de Los Ángeles -nunca mejor dicho- ha reemprendido su carrera detrás de las tornamesas y por estos días ha estado muy activo, primero actuando en un Festival de Croacia y luego pasando por el Dreambeach de Almería en España, donde fue recibido por 20.000 personas eufóricas, el pasado sábado 16 (aunque más bien las primeras horas del domingo).
Shaquille en versión DJ Diesel tiene su tirón, pues el público lo esperó pese a que le tocó actuar 15 minutos antes de las 4 de la mañana; el gigante se volcó sobre la música durante los 90 minutos que dura su intervención festivalera.
Pero no se piense que Shaquille es nuevo en el medio, ya en 2015 expresó que le gustaría dedicarse al arte de pinchar discos profesionalmente e incluso en el 2019 tomó su momento de gloria al participar en la edición Belga del Festival Tomorrowland.
El asunto es que este icono basquetbolero de 2 metros y 16 cm de altura, ha acelerado y su nombre artístico apareció en otros festivales norteamericanos y lanzó material con DJ´s masivos, como el tipo que arroja pasteles, Steve Aoki.
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