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Shaboozey: country, hip-hop y ahora algo de pop

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Shaboozey: country, hip-hop y ahora algo de pop

Ya existía mucho mérito en el trabajo de una década de parte de Shaboozey para amalgamar country con hip-hop, pero logra dar el golpe definitivo al agregar a la mezcla una mayor dosis de pop, y es así como con su tercer álbum da un golpe contundente. But Where I’ve Been, Isn’t Where I’m Going es un conjunto de 12 canciones muy interesantes.

TXT:: Juan Carlos Hidalgo

Nacido en Virginia, se trata de un singer-songwriter que había insistido en lo suyo sin conseguir un impacto grande hasta que tomó dos enormes decisiones; por un lado, colaboró en dos temas de un disco que se convirtió en una vorágine global; mucha gente se dio cuenta de que estaba presente en el Cowboy Carter de Beyoncé.

Pero también tenía de su lado haber compuesto una canción tan contundente como “A Bar Song (Tipsy)”, la narración de quien tiene que tomar un empleo temporal detrás de la barra de un bar sólo para sobrevivir y también ahogar las penas tomándose la mercancía.  Hoy día es un dato no menor que la canción alcanzó 3 millones de escuchas en 24 horas.

Tiene 29 años de edad y ascendencia nigeriana, por lo que la combinación entre edad y marco cultural son agregados importantes a la hora de entender de dónde viene la propuesta de Shaboozey, en la que hay que destacar la capacidad compositiva, tal como se muestra especialmente en “Last of My Kind”: “Grew up on a backroad, baby/ I know how to survive (Hey)/ Been out with the young guns blazin/ So you better not try”.

Se trata de una composición muy sólida que trasciende también por la presencia de otra figura importante; allí está el texano Paul Cauthen, toda una figura del country rock, para que junten sus gargantas y suelten: “This world can be a son of a bitch/ Well, look through my eyes/ Can’t always climb to safety, sometimes you gotta fight (Yeah)/ Got get it if you want it, keep the fire burnin’ inside (Yeah)”.

But Where I’ve Been, Isn’t Where I’m Going posee diversas aristas para revisar; Shaboozey se remonta a territorios tan folk como Tennessee mientras recurre a un poco de Autotune en una emblemática “Horses & Hellcats” -que abre el disco- sobre la que se desliza una guitarra expansiva.

Uno queda con la idea de que se trata de un pedazo del diario de Shaboozey convertido en canciones y es por ello que “Let it Burn”, “Drink No Need No Mix” -en compañía de BigXtha Plug y muy hiphopera- y “Vegas” suenen tan autobiográficas y como un cuaderno musical del que espera extraer explicaciones para sí mismo.

Aquí hay conocimiento del folk y pasión por muchas músicas, aunado a una producción de altos vuelos, que hace sonar grande a la música y ello ayuda a potenciar piezas como “Highway” y “East of The Massanutten”, que casi dejan un escalón abajo al sencillo “Anabelle”.

Si ya con su antecesor Cowboys Live Forever Outlaws Never Die (2022), Shaboozey había mostrado que su propuesta albergaba de la mejor manera country y hip-hop, esta vez ha dado un paso adelante y consolidado un repertorio que conoce de tabernas, carreteras infinitas y pueblos perdidos, espacios desde los que da cuenta de sus preocupaciones existenciales.

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

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