Debo mencionar, antes que otra cosa, que me declaro un entusiasta apasionado de lo que hace la catalana Rigoberta Bandini, y es por ello que la he seguido desde su volcánico surgimiento; se trata de una seguidilla de éxito tras éxito que la convertía en un fenómeno español debido a su desparpajo en cuanto a personalidad y a una combinación diversa de géneros y elementos.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Han sido dos años de ir en un ascenso imparable desde que editara la muy electrónica “In Spain We Call It Soledad”, en la que explotara su experiencia como pincha discos, y ese acento afterpop que la acompañaría en el resto de sus temas, incluso con mayor virulencia.
Es por ello que no extraña que a su debut con álbum completo lo titulara La emperatriz, pues bien que coquetea con acceder a un trono mediante su certeza para citar al pop contemporáneo y al del pasado (ahí está “Julio Iglesias”)… su inteligencia para citar a ABBA y provocar un alud mediático al reivindicar a las tetas y la lactancia en “Ay Mamá”, que la trepó a lo alto de las listas.
Pero al final queda una sensación extraña, pues se trata de canciones muy queridas y probadas, pero que son bien conocidas; La emperatriz concentra 8 piezas editadas previamente y solamente 4 inéditas… es por ello que descoloca y nos deja ansiando más material completamente nuevo.
Podemos regodearnos en la provocación de “Perra” -consentida y consagrada-, aunque “Canciones de amor a ti” -dedicada a su hijo- se quede algo corta, con todo y su confesión de no saber ni hacer un huevo frito.
A estas alturas, “Too Many Drugs” se conserva como un cañonazo en el centro del blanco y poseedor de todos nuestros afectos… a Rigoberta Bandini o Paula Ribó le sobra estilo a la hora de colocar los ingredientes en su mezcladora musical… hay un poco de kitsch, reverencia por la radiofórmula, amor por los viejos vinilos y exceso de frescura.
Ya veremos si un tema como el que le da título y que cierra el disco, puede estar a la altura de una colección que nos ha brindado un montón de momentazos a la hora de sorprender a la hora de elevar las fiestas con sus composiciones electropoperas y desmadrosas.
También te puede interesar: Cabaret de Galaxias #26: o de cuando los pilotos organizan el baile
