Música

Psyckophony: que el mundo se vaya al diablo

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Ambulante 2024

Coahuila, uno de los estados que conforman lo que llamamos el norte del país, es cuna de bandas interesantes desde siempre. Una de ellas es Psyckophony, cuarteto que combina speed y power metal con un excelente gusto. Está activa desde el 2005 y comenzó con muy buen ritmo de edición de material pues lanzaron tres LP’s en seis años: In the eyes of the beast (2010), Masters of fear (2013) y Before the winter (2016).

TXT:: Luis Jasso

Luego es difícil saber que pasó, si bien del 2020 hasta inicios de este año queda claro que no vale cuestionar a las bandas que hayan estado en silencio o semi ausentes, lo cierto es que desde 2016 a la fecha Psyckophony ha estado un poco silenciosa. Por lo menos en cuanto a ese ritmo de sacar discos, porque en esos seis años que han pasado de Before the winter a la fecha ha sacado varios sencillos y nunca faltaron las presentaciones en vivo.

El más reciente de sus sencillos se llama “Destiny” y cuenta con un video con letra en el cual se ofrece un mensaje de introspección que eventualmente lleva al personaje a un estado de motivación y autocontrol en el que el resto del mundo se puede ir al diablo. Todo eso va enmarcado en el estilo clásico de la banda que tiene una configuración no tan común, con guitarra-voz, bajo, teclado y batería. Eso implica que Francisco Zalinas y Leo Arredondo armonizan no con guitarras gemelas, sino como ya se expuso, con una lira y un teclado. El resultado es bastante bueno, porque además intercambian solos a diestra y siniestra.

No es el tipo de banda en el que los teclados son molestos o se sienten a fuerza, aquí se entiende que son parte integral de las canciones y la combinación de ambos ofrece un sonido potente y muy disfrutable, pensemos en bandas como Children of Bodom sólo que no en formato melodic death, sino speed y con una guitarra. Todo eso es lo bueno, pero en el caso de este tema en particular hay que destacar que hay un punto negativo, y ese es la producción en general del tema.

La mezcla deja tanto a la guitarra como al teclado muy por debajo de la voz, y si bien eso se debería corregir en las partes instrumentales, no lo hace. Es decir, a la hora de grabarlo probablemente algo no salió bien y el volumen es muy bajo por momentos. Tampoco es que sea inaudible, pero es una banda con suficiente calidad como para no pasarle por alto este tipo de detalles, porque al final del día van en detrimento de su propio proyecto. 

Lo que si deja claro la canción es que la banda no ha perdido la capacidad creativa en los años de pandemia. Individualmente son excelentes músicos y en conjunto una banda bastante sólida que vale la pena descubrir.

Auditorio BB