Poco antes de ofrecer su última presentación en la Ciudad de México, esta honorable publicación tuvo a bien sostener un encuentro cara a cara con Laurent Brancowitz (LB) y Christian Mazzalai (CM), guitarristas del conjunto francés Phoenix, quien presentó en vivo Alpha Zulu (Loyauté / Glassnote, 2022) por primera vez en nuestro territorio. El trabajo en cuestión -lanzado oficialmente el 4 de noviembre de 2022- da continuidad a Ti Amo de 2017, y se construyó en gran parte durante la pandemia, rodeado de distintos sucesos que marcaron a los originarios de Versalles, convirtiéndolo en una postal intimista e introspectiva, aunque a la vez esperanzadora y optimista. A continuación la charla.
TXT:: Joel Rodríguez
¿Qué distingue a Alpha Zulu de sus trabajos anteriores?.
LB.Tomando en cuenta que se hizo durante la pandemia, creo que es un disco muy alegre, pero igual se puede percibir cierta melancolía, realmente no tenemos control sobre eso. Lo principal es que ¡encontramos un nuevo estudio, y es el mejor del mundo! Está en el Museo de las Artes Decorativas del Palacio del Louvre, en París. Es un cuarto pequeño, nos las arreglamos para acomodar nuestro equipo y escribir canciones casi todos los días. Fue agradable crear esa rutina.
¡Además el disco se escribió en 10 días!
CM. Sí, tuvimos que hacerlo así porque dejamos de vernos un largo periodo a causa del encierro. Cuando finalmente pudimos retomar actividades, nos encontrábamos solos en el museo y es cierto que pudimos escribir toda esa cantidad de material en 10 días, aunque claro que nos tomamos nuestro tiempo para arreglar cada canción hasta quedar satisfechos y encontrar el balance adecuado.
Han trabajado con varios productores en su carrera. Háblenme de su experiencia al producir este disco por su cuenta.
LB. Ya habíamos producido cosas solos. Siempre hemos sido muy independientes al momento de escribir y producir. Cuando trabajamos con alguien más, esto suele obedecer a la necesidad de encontrar puntos medios ante ciertas circunstancias; por mucho tiempo, ese rol lo llevó Philipe Zdar, que, en realidad, fue como el quinto miembro de la banda. Siempre que nos acercábamos a él, naturalmente el resultado era algo más que fenomenal.
Mencionando al fallecido Philippe Zdar (líder de Cassius), pregunto con todo respeto: ¿”Winter solstice” está dedicada a él? Creo que es una canción con una dualidad increíble, refleja el tipo de relación que llevaban.
LB. Esa canción es muy especial, no sabemos si realmente trata sobre eso, pero de algún modo sí. La escribimos durante el encierro, de forma remota. Nosotros estábamos en París y Thomas (Mars, cantante del grupo) en Estados Unidos. Grabamos por separado y seleccionamos las partes que nos parecían mejores y conservamos la estructura desde la primera toma. No es una canción perfecta, pero hay mucha magia y electricidad en ella.
“Identical” también es muy especial, la escribimos un par de días después del fallecimiento de Phillippe. No sé si nos lo propusimos de ese modo; simplemente pasó. Éstas son canciones que están conectadas. Eventualmente fuimos a su estudio a terminar algunos detalles y fue un momento muy intenso.
¿Cuál es el mayor aprendizaje que les dejó Phillippe?
LB. ¡¡Hombre, todo!! Creo que fue más en el sentido de vivir la vida. Su forma de disfrutar los momentos era muy intensa y dedicada, conocía de todo; desde cuál era el mejor café hasta la mejor fruta. Disfrutaba de la existencia como un verdadero artista. Cuando compartíamos el estudio solía hablar de todo tipo de cosas. En lo personal siempre acudía a él cuando tenía alguna duda. Por ejemplo, cuando le propuse matrimonio a mi esposa, incluso para comprar pasta… siempre le llamaba. El mundo lo amaba, desde los Beastie Boys hasta Cat Power.
¿Cómo surge la oportunidad de hacer el dueto en “Tonight” con Ezra Koeing, de Vampire Weekend?
LB. Es el primer dueto real que hacemos. A Thomas siempre le atrajo esa idea. Hay algunas partes de canciones en las que no le gusta cómo suena su voz, por eso lo hicimos. Sucedió que coincidimos con Ezra en unas vacaciones en Italia y después de unas cuantas latas de cerveza y algo de comida pasó, terminamos haciendo la canción en conjunto. Ahí es donde la magia de Italia intervino. Nos gusta trabajar con amigos, pero sobre todo sentir que existe cierto grado de confianza y complicidad; vamos, para nosotros todo tiene que fluir, si se complica, no es el camino adecuado.
