Sabes que un disco promete cuando la pareja que encabeza la banda en cuestión espera que sea como una película de Wong-Kar-Wai y comenta que en su interior todo el mundo usa delineador; por si fuera poco, Mother Tongues dicen que algo hay del cyberpunk de Willian Gibson en su interior, pero todo con un toque romántico -eso lo digo yo-, porque al final es un disco centrado en el amor.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Lukas Cheung (guitarra y voz) y Charise Aragoza (bajo y voz) conforman Mother Tongues y han debutado con Love In a Vicious Way, un álbum en el que los canadienses se mueven entre una estética sonora que aglutina a Beach House y Cocteau Twins a partes iguales.
Se trata de 10 canciones que giran alrededor de la pasión, el anhelo, la pérdida, el deseo y la identidad… comenzando por “A Heart Beating”, un inicio de una experiencia que según el grupo debe apelar tanto a la libertad y las maneras algo oscuras en la que ellos aman; ¡Uff, el coro es puro Elizabeth Frazer en su tiempo de los Gemelos Cocteau.
Mother Tongues son muy amantes de The Cure y por ello van variando las intensidades no sólo en el disco sino incluso dentro de cada canción; basta mencionar que “Dance in The Dark” comienza con un pasaje guitarrero que es casi heavy metal antes de entrar al reino de lo etéreo y las voces angelicales… en una incursión volátil que prosigue con “Only You (reprise)”, que ya comienza con alas.
Para enfrentar la grabación de Love In A Vicious Way la pareja que lo encabeza agrega a una terna de integrantes extra: Kvesche Bijons-Ebacher en los sintetizadores; Lane Halley a la guitarra; y el baterista Nick Kervin, quien ha tocado antes con Lido Pimienta; juntos hacen brillar temas como “2 Luv 2 Liv” y “Worm Day” -que desata recuerdos muy ochenteros-.
Mother Tongues esperan que sus canciones conecten con un público adolescente y hasta imaginan que pueden hacer sangrar sus audífonos con sus historias de desamor y búsqueda sobre un dreampop completamente esplendoroso.
Los de Toronto han dicho también que en Love In A Vicious Way trataron de echar un vistazo al futuro e imaginar lo que ese mundo podría ser y el resultado es una decena de canciones que atrapan completamente al escucha entre la pureza y un poco de malignidad.
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