Mörk Gryning será uno de los representantes del black metal en la segunda edición de Candelabrum Metal Fest. Se trata de una banda sueca con mucha historia, aunque en el típico formato blacker, que está alejado del mundo comercial, de los reflectores. Nació en el subterráneo y ahí se mantiene, a gusto.
Lo primero que salta a la vista es que su nombre no está en inglés, lo cual es poco común. “La historia es que Draakh Kimera (Peter Nagy-Eklof, guitarra) era amigo de David Parland “Blackmoon” que en ese tiempo estaba en Necrophobic y me dijo: ‘ah por cierto, Parland está en una banda nueva, se llaman Dark Funeral’, y ese día yo había estado en una tienda de discos en la que vi un anuncio sobre un juego de rol que se llamaba Mörk Gryning. Yo pensaba que Dark Funeral no era un nombre genial, que sería mejor llamarse Mörk Gryning. Tiempo después grabamos una canción nada más por diversión, luego hicimos un demo y el resto es historia, así que el nombre viene de un juego de rol. El juego en sí no era muy bueno pero el nombre sí, así que nos lo apropiamos”. Mörk Gryning significa “oscuro amanecer”.
Así lo contó Jonas “Goth Gorgon” Berndt, bajista y cofundador de la banda en charla exclusiva con #SangreDeMetal. Los suecos nunca han tocado en México, pero tienen algunas referencias. Sobre todo porque cuando han tocado en Estados Unidos, dicen, la gente más prendida suele ser mexicana. Sin embargo, cuando se trata de ir más profundo, como entender nuestra escena, no tienen elementos. La pregunta es entonces si Suecia es el paraíso metalero que nos venden. “Definitivamente así te lo hacen creer. A principios y mediados de los años 90 era una gran escena, todo mundo tenía su propia banda o un fanzine o se dedicaba a la distribución o tenía un sello discográfico. Siempre había promotores que organizaban esos conciertos, pero todo lo hacíamos nosotros mismos. Lo hacíamos chavos de 15 años, nos emborrachábamos. Los medios no nos pelaban. Hoy no es tan fácil. Para que las bandas suecas tengan una carrera deben ir a Europa; hay muchas ciudades grandes no tan alejadas unas de otras. En Suecia tienes Estocolmo, luego está Gotemburgo a cinco horas y Malmö a siete, pero eso es todo. A veces tocábamos en alguna pizzería en algún pueblo; ahora se ha vuelto más complicado”.
Ellos están firmados por el sello francés Season Of Mist, la crema y nata entre los sellos dedicados al metal extremo, y están a gusto ahí. “Nosotros no sabíamos que nuestra música se escuchaba en Estados Unidos o en México o Polonia, pero ahora gracias al sello tenemos maneras de distribuir nuestra música en esos países. Y es cierto que en la actualidad la gente compra menos discos, pero sellos como Season Of Mist saben cómo ponerte en diversas listas de reproducción de Spotify y plataformas de ese tipo y eso ayuda a que alcances una audiencia más grande así que para nosotros es maravilloso tener detrás un sello que sea capaz de promocionarnos de manera correcta”.
Jonas es uno de esos metaleros de cepa. Tiene 43 años, así que empezó chico, y no es de los que le temen a exponer su recorrido musical por temor a que alguien piense que fue fresa. Normalmente al preguntarle a los músicos qué banda les cambió la vida, contestan con una o dos. La respuesta de Jonas fue un poco más extensa. “Fueron muchas, me tocó una época maravillosa. Pasé de escuchar a Europe, Bon Jovi, Mötley Crüe, Skid Row y Guns and Roses; a Metallica, Kreator y Slayer. Mi hermano estaba en un internado de esos donde vas a la escuela y tienes un trabajo y grababa mucha música en casete y cuando me grabó Painkiller no podía creer lo que escuchaba, era realmente bueno. Magia pura. Después descubrí a Death, Morbid Angel, Dismember y todos ellos aportaban algo nuevo, y luego conocí a Mayhem, Bathory, con Bathory recuerdo que llamaba a las estaciones de radio para pedirlo. Luego escuché “Live in Leipzig” y luego los casetes de ensayos de Dissection, Rottting Christ y todo eso tuvo un gran impacto en mí, era algo muy fuerte. Una experiencia religiosa”.
