Escandinavia es un territorio que propicia buena parte del pop electrónico más imaginativo y en renovación constante. Recientemente, revisamos en Marvin las recientes entregas de Aurora, Jenny Hval y Kate Havnevik -las tres noruegas-, pero ahora toca el turno de saltar a Dinamarca, dado que MØ está de regreso.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Motordrome -el tercer álbum de MØ– está recién salido del horno y entrega 10 canciones que confirman el alto nivel al que llegó una artista libre de prejuicios y que se mueve con entera libertad estética. Debo recalcar que ya con “Goosebumps” debemos agradecerle que no se anda por las ramas y es sincera y directa: “Tanto la canción como el video tratan de recordar quién eres, quién eras y quién aspiras a ser. Quería que el video contara la historia de cómo salir de la prisión de la mente y volver a la vida”; con ella nada de imposturas.
Y no lo es menos en “Hip Bones”, una tema de más baja velocidad de lo que acostumbra y en el que consigue encajar un solo de guitarra -¡por más extraño que parezca para los tiempos que corren!-.
MØ es alguien que explora y busca musicalmente, al tiempo que supera dificultades emocionales; la gira pasada sufrió de depresión y ansiedad y tuvo que parar; ella contó que escribir música otra vez fue el factor que le ayudó a salir de “una espiral descendente” y aplacar ese Motordrome, que era lo que sonaba en su cabeza durante largo tiempo.
Para ello convocó a Caroline Ailin y Noonie Bao para que se sumarán en la composición; mientras que la producción fue un trabajo colectivo entre Ariel Rechtshaid, Jam City, S.G. Lewis, Linus Wiklund y Yangze; Para MØ no es relevante acaparar todos los créditos para afirmar su personalidad.
Uno de los sencillos lo dejó así de claro: “Live to Survive”… y en él acomete con secuencias de sintetizador aplicadas a un tema totalmente dancefloor, a través del que dio la batalla para salir del agujero en el que sentía que iba más y más abajo.
E incluso dio con piezas en las que tocar asuntos más bien públicos como en “Brad Pitt”, en la que expone sus preferencias y lamenta que Shania Twain no hay encontrada atractivo al actor del título, al que muchas mujeres querrían aunque fuera un total desconocido, es por ello que en un momento dado canta: “No tienes que nacer con éxito para que la sangre bombee debajo de mi vestido de verano”.
Es así que el Motordrome que llenaba con puro ruido su mente se transformó en una colección de canciones que reiteran el sitio que tiene MØ en el panorama del pop electrónico contemporáneo y además nos recuerda que no queda de otra: “hay que vivir para sobrevivir”.
