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Mito y Comadre: mestizaje y electrónica desde la Venezuela profunda

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Mito y Comadre: mestizaje y electrónica desde la Venezuela profunda
Ambulante 2024

Desde que estalló el movimiento promovido por ZZK Urban Beats se vino una andanada de cumbia electrónica y muchas otras mixturas derivadas que catapultaron a la tradición musical latinoamericana hacia el futuro; una vez que se convirtieron en sello discográfico cada una de sus producciones goza de un halo protector que asegura su gran calidad y al escuchar a Mito y Comadre, una vez más se comprueba el extraordinario instinto que tiene Grant Dull, el hombre que hace fuerte al proyecto.

TXT:: Juan Carlos Hidalgo

Ahora nos coloca ante lo que hacen Shanna Hernández (voces) y Guillermo Lares (samplers, percusiones y secuencias), una pareja de venezolanos, afincados en Colombia, que pasan un nutrido acervo de su país de origen por todo un aparataje electrónico que le inyecta todo el pulso del presente al tiempo que se enaltece el legado del pasado.

Mito y Comadre debutan con Guajirando (2023), que tiene como basamento todo lo que Guillermo le aprendió a su padre, el prestigiado etnomusicólogo Oswaldo Lares, y que también ha canalizado a través del portal ArchivOlares, antes de concentrarse en su propio proyecto.

Por su parte, Shanna Hernández tiene sus raíces en Macuto, una localidad de la costa venezolana y muy vinculada con una tradición percusiva. Mito y Comadre tenían de su lado un conocimiento director de lo multicultural y con ello encaminaron un disco que terminó de consolidarse con la elección del productor; detrás de la consola colocaron a Christian Castagno, quien ha colaborado, nada menos, que con Bomba Estéreo, Systema Solar y Arcade Fire.

En el centro de este análisis hay que colocar el tema titular, cuya letra encuentra la manera de incorporar la mención a diversas poblaciones de la Venezuela rural: la Guajira, Choroní, Paparo, Sinaruco y Sinamaica, pero también se da vuelo con lugares inventados -muy al estilo del realismo mágico-: Totumito, El Cocuyo, Guarapito y Turicamo.

“‘Guajirando” se completa haciendo lugar a la cultura Wayúu y a la guerrera Amilvacar, oriunda de la región amazónica; se apoya en una brillante línea de bajo para que la voz especule sobre el origen de una mujer campesina.

En el resto del álbum -conformado en total por 9 canciones- destacan “Barlovento”, “La quichimba” y “Yo siempre estaré allí”, que les permite jugar con instrumentos tradicionales como el quitiplás, el malembe, la flauta guajira, la gaita oriental y la quichimba… lograron una gran profundidad estructural mientras bordean con soltura en el pop electrónico.

Mito y Comadre pueden declarar que les gusta el mambo, mientras sueltan secuencias y programaciones… la guitarra hace sinuosos punteos y las piezas ofertan un carnavaleo futurista; lo occidental se cruza con lo indígena y lo afro… un mestizaje musical gozoso y aventurero.

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Juan Carlos Hidalgo

Juan Carlos Hidalgo

Embajador de Tuzolandia por el mundo. Su novela más reciente es 'Ya no más canciones de amor' (Ed. Gato Blanco). En Marvin, coordina las colecciones 'Rock para leer' y 'Tinta sonora'. Forma parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Su libro más reciente se titula 'Una ópera egipcia', poemario a partir de un álbum de Los Planetas.

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