El parlamento de Japón, en una decisión histórica, aprobó la legalización de medicamentos derivados del cannabis, permitiendo así el uso médico de productos basados en esta planta. Según el Japan Times, estas nuevas leyes entrarán en vigor en un año y clasifican tanto al cannabis como al THC, la sustancia psicoactiva, como narcóticos regulados. Aunque esta medida representa un avance para los pacientes que buscan tratamientos a base de cannabis, también refuerza la posición estricta del país frente a la marihuana.
Anteriormente, fumar marihuana era técnicamente legal, pero la posesión podía resultar en hasta cinco años de prisión. Con la aprobación de estas leyes revisadas, las penas se vuelven más severas, y aquellos atrapados usando o poseyendo marihuana ahora podrían enfrentar hasta siete años de prisión. Esta acción cierra vacíos legales que antes existían y que permitían ciertas ambigüedades en torno al consumo y posesión.
Lagunas jurídicas y el mercado del THC a la alza en Japón
La laguna jurídica original se introdujo para proteger a los agricultores que podían consumir accidentalmente humo psicoactivo mientras cultivaban cáñamo. Sin embargo, preocupadas por el aumento reciente de arrestos relacionados con marihuana, especialmente entre los jóvenes, las autoridades han decidido actuar de manera más enérgica. El gobierno espera que estas medidas desalienten la creciente tendencia al abuso de la marihuana, especialmente entre los más jóvenes.
El mercado japonés de CBD, valorado en USD $59 millones en 2019, ha prosperado, y las nuevas leyes dejan los productos de CBD sin regulación, centrándose en el THC, la sustancia responsable de los efectos psicoactivos de la marihuana. Además, se introducirán dos tipos de licencias para cultivar cannabis: una con fines medicinales y otra para aplicaciones como el cáñamo. Estos cambios entrarán en vigor dos años después del anuncio.
Las leyes japonesas contra la hierba, en vigor desde 1948, han mantenido durante mucho tiempo un estigma sobre la marihuana, reflejando una tendencia asiática más amplia de imponer sanciones severas por drogas. En consonancia con esto, este año, Singapur ejecutó a un hombre por traficar solo 1 kilogramo de cannabis, subrayando la postura inflexible de la región hacia las drogas.
Este paso del país asiático representa un giro significativo en su enfoque hacia el cannabis, abriendo la puerta a posibles avances médicos mientras mantiene un control estricto sobre su uso recreativo. La decisión refleja la complejidad de la situación global respecto a la marihuana y destaca la necesidad de encontrar un equilibrio entre la legalización con fines médicos y la aplicación de medidas preventivas.
