Con la aparición de Pyramid el año pasado, la banda noruega Jaga Jazzist quiso ampliar todavía más su espectro musical y acercarse al post-rock y un poco de psicodelia con su noveno álbum; su concepto del jazz contemporáneo ya de por sí es muy elástico, pero no quedaron conformes -ahora aplicaron el lema: siempre se puede más-.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Jaga Jazzist, colectivo de 8 multiinstrumentistas formado en 1994, decidieron que era momento para hacer un Ep de remixes que resaltan una idea expresada por el famoso escritor y neurocientífico Oliver Sacks: “Música, única entre las artes, es a la vez completamente abstracta y profundamente emocional”.
Pyramid remix (Brainfeeder, 2021) está conformado por 8 piezas, que en realidad atiende a 4 canciones en diferentes tratamientos. “The Shrine” pasó por las manos de Peter Eldh, Ian Chang (City Slang), y OKIOK (Melkeveien y Erlend Mokkelbost), quienes subieron el beat y le dieron cierto acento afrobeat al tema.
“Tomita”, que es un homenaje al músico electrónico japonés Isao Tomita, quien falleciera en 2016, fue encargada a Paul Bender (miembro de la banda Hiatus Kaiyote), André Bratten (Smalltown Supersound) y a OKR, miembro de Once and Future Band; los tres conservaron cierta sutileza melódica sin perder ese sentido abstracto que priva en toda la entrega.
Luego vienen las aportaciones de dos figuras del Nu disco y la electrónica escandinava; Lindstrøm & Prins Thomas se encargan juntos de “Apex” y los bpm tenían que elevarse, pero con moderación y atendiendo a la pieza original. Ya en solitario, Prins Thomas remezcla “Spiral Era” y le imprime ese sello espacial que le caracteriza.
Pyramid remix es un disco para extraviarse en uno mismo… para dejar fluir las ideas y recorrer los laberintos mentales que cada uno trae por dentro. A fin de cuentas, Jaga Jazzist han enriquecido su obra y ofrecen 1 hora de viaje al espacio interior.
Durante toda la escucha no dejo de pensar en otra frase del gran Oliver Sacks: “Cada acto de percepción, es en cierta medida un acto de creación, y cada acto de la memoria es en cierta medida un acto de imaginación”.
Es por eso que la música se hace inmensa y eterna.
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