“Rosemary, heaven restores you in life”, son las palabras con las que Paul Banks da inicio a “Evil”, una de las canciones más populares de Interpol que por increíble que parezca, está inspirada en la terrible historia de una pareja de asesinos.
Entre los años 1967 y 1987, Rosemary y Fred West, una pareja “aparentemente ordinaria” de Gloucester, Inglaterra, mataron al menos a nueve mujeres. Según reportó la policía, el matrimonio solía secuestrar mujeres jóvenes en las paradas de autobús, para después llevarlas a su casa y ahí violarlas, desmembrarlas y matarlas con tal de satisfacer su voraz e insano apetito sexual. La enfermedad mental de ambos era tan grave que incluso, Rosemary, quien durante un tiempo fue prostituta, permitió que en alguna ocasión sus clientes abusaran sexualmente de sus hijas menores de edad, sin mencionar que entre las víctimas que perdieron la vida, está la hija de Fred.
Eventualmente los asesinos fueron atrapados. Al poco tiempo, Fred se suicidó dentro de prisión, mientras que Rosemary hasta la fecha sigue cumpliendo una cadena perpetua en la prisión HMP Bronzefield en Ashford, Middlesex, Inglaterra. Por obvias razones, el caso le dio la vuelta al mundo, llegando hasta los oídos del neoyorquino Paul Banks y su banda, quienes en aquel entonces ya trabajaban en su segundo álbum de estudio Antics. Más allá de morbo o cualquier otro sentimiento repugnante, Interpol encontró en esto una oportunidad más de mostrar su talento para contar historias a través de la música.
Es así como nació “Evil”, canción creada como una especie de conversación entre Fred y Rosemary, en la cual él le promete la redención en el cielo por sus acciones en la tierra; algo que suena más a un arranque de arrogancia demente y jodida. De la misma manera que los asesinos en serie tienen una atracción morbosa y fascinante sobre el público en general, el tema te arrastra a su oscuridad entre potentes bajos y la desoladora voz de Banks describiendo uno de los casos más crudos y aterradores de la historia.
Si bien gran parte de los asesinatos los cometieron juntos, hubo uno que otro que tanto Fred como Rosemary realizaron cada quien por su parte. En el caso del hombre, se ha dicho que en una ocasión atacó a una mujer embarazada, a quien le cortó el vientre y le sacó al bebé para jugar con él y posteriormente, desmembrarlos a ambos; este suceso en específico tiene lugar en la canción, en un verso en el que parece ser Fred le confiesa sus pecados a Rosemary como un pacto de que el amor que se tienen va más allá del bien y el mal.
