Dice el comunicado de prensa que Historias Nórdicas de la Abuela Vikinga podría parecer un meme o una broma. Yo agregaría que no sería ilógico pensar que se trata de un cómic o un libro de cuentos para niños. Esta columna se llama #SangredeMetal así que lo natural sería que se trate de una banda de metal, y eso justamente es, melodic death metal para ser más exacto.
La banda es oriunda de Orizaba, Veracruz, y tiene trece años de recorrido. Sacó su primer disco en 2013, hace nueve años; y desde entonces empezó a generar algo de ruido al ser nominada a los Indie-O Music Awards en la categoría Mejor Álbum de Metal. Y si bien aquellos premios (y muchos otros que nacen en buen tiempo pero mueren anticipadamente) hoy no dicen gran cosa, eso es directamente proporcional a la ridícula manera en que se maneja el mundo del entretenimiento en México. Si en primera instancia las palabras significan lo que las palabras significan, estar nominado a un reconocimiento o premio, siempre es una buena noticia.
Al momento han editado dos discos, Silencio-Olvido en 2013 y Transición en 2016. El por qué de que hayan pasado seis años sin material nuevo no aparece tan claro ante la vista, pero tampoco se han quedado en silencio. Entre 2021 y este año relanzaron tres sencillos, pero lo hicieron con un arreglo especial para cuarteto de cuerdas. El resultado es alucinante porque las rolas tenían ya de inicio muchos elementos melódicos y con la suma de violines y cellos, el resultado es espectacular.
Como suele suceder, se trata de una banda autogestiva e independiente y si bien la música cumple sin problema con los estándares de calidad esperados en estos tiempos, sí queda un poco en el fondo de la mente la interrogante de cómo sonaría si la mezcla fuera aún mejor. Ojo aquí: no significa que sea mala o deficiente, sólo que podría ser incluso más nítida, y el resultado sería todavía más gratificante.
Se trata entonces de una banda interesante, que se atrevió a buscar en otros terrenos una inspiración que pudiera mejorar la experiencia de lo que es su música, y lo logró de manera sobresaliente. Para quienes son ávidos coleccionistas de producto físico, la mala noticia es que el primero de sus discos aparece como sold out en su Bandcamp; y el segundo, aparentemente, sólo existe en formato digital. La recomendación es obviar un poco este detalle, escucharlos con audífonos y disfrutarlos en su versión melodeath tradicional para luego escuchar los tres sencillos en formato arreglo para cuarteto de cuerdas. Con suerte no serán pocos quienes estén de acuerdo en que se trata de música ¡altamente recomendable!
