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FMS Internacional 2024: ¿Se acabaron los verdaderos MC´s?

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Ambulante 2024

Enciendo la pantalla de mi teléfono y me salen cientos de publicaciones sobre lo ocurrido en la FMS Internacional. Podríamos dividir los comentarios que encontré en dos grandes grupos: los que se quejan amargamente de que la hostilidad del público le hace un daño muy profundo al freestyle en estos días y aquellos que señalan con mofa la actitud de Chuty, el más experimentado de los participantes en dicho evento, por haber sacado el paraguas antes de tiempo, durante la semana de promoción, al decir que el público mexicano se le iba a ir en contra por la rivalidad que ha sostenido en los últimos años con Aczino, el gran campeón e ídolo azteca de la disciplina, quien por cierto en esta temporada ni siquiera formó parte de la liga.

TXT:: Aarón Enríquez

La semana de la gran final inició con una rueda de prensa y algunas convivencias uno a uno con los participantes. Como parte de la promoción, Urban Roosters, la empresa fundadora de la Freestyle Master Series (FMS), también realizó un streaming desde sus cuentas oficiales, donde concretó algunas actividades con quienes protagonizarían el esperado fin de semana. En dicha transmisión, Chuty respondió algunas dinámicas, entre las que destacó una respuesta en específico, la cual cito textualmente:

“Mucha de la gente que llevamos tiempo en el free sabemos lo que va a pasar el sábado. Yo vengo bien mentalizado a aguantar la presión. Pero todos sabemos que cualquier rima que me digan referente a Aczino se va a caer y no me van a dejar rapear. Vengo a hacer lo mejor posible y en un campo neutral o en condiciones neutrales para mí sí sería una decepción no llegar a la final, pero creo que todo mundo es consciente de que la situación no va a ser normal”.

Tal declaración no solamente evidenciaba la idea que rondaba al español en la cabeza desde el momento en el que aterrizó en México. En realidad se volvería premonitoria por lo que sucedió posteriormente en la semifinal que disputó contra el argentino Larrix, MC que a la postre se llevaría el campeonato, a pesar de haber entrado a la justa como reserva, en sustitución del sevillano Sweet Pain

Hace poco revisaba algunas de las escenas de 8 mile, la mítica película de Eminem que de alguna manera inauguró la fiebre del freestyle para toda una generación de MC’s y entusiastas del rap que construyeron lo que hoy es la disciplina. Todos podemos coincidir en que el filme es una especie de decálogo del freestyle, pues hasta la fecha es la pieza audiovisual que mejor retrata la esencia de la competencia. La menciono porque en ella podemos observar a B-Rabbit, el personaje que interpreta Eminem, subiéndose a la improvisada tarima de un estacionamiento que servía de venue; totalmente de forma clandestina, en medio de un ambiente completamente hostil (esencialmente propiciado por el hecho de ser blanco), soportando comentarios, gritos, chiflidos, burlas y demás expresiones de odio en su contra. 

Si hay un elemento que nos hizo emocionar hasta el tuétano en la escena de la batalla final de B-Rabbit, es la manera en que empieza a revertir la situación adversa sola y puramente con sus habilidades de MC (de verdadero MC), hasta que termina por dominar al público y voltearlo completamente a su favor. Todo eso con habilidad y con argumentos, pero sobre todo con muchos huevos y, desde luego, talento. 

Es verdad que una película como 8 mile no se puede comparar con la realidad, pero no se equipara principalmente porque hoy en día el freestyle se ha convertido en una especie de deporte de alto nivel en el que los competidores son tratados de una manera que poco o nada tiene que ver con lo que se plantea la mencionada película. Tan solo para esta competencia, a todos los trajeron en vuelos desde sus países tres o cuatro días antes del evento en la Ciudad de México, los hospedaron en un hotel a dos cuadras del venue donde fue la final, los estuvieron paseando, llevándolos a estadios de futbol, dándoles de comer y de beber tranquilamente. Es decir, podemos leer esta parte con el tono aquel de: viven en un country…

Estuve presente durante toda la competencia y puedo decir que, en parte gracias a la campaña de redes, la actitud del público mexicano fue por lo general respetuosa. Se entiende que hoy en día los valores del freestyle puedan ser otros a los que hubo en un inicio, quizá más pedestres o violentos. Es por ello que es normal que el público se comporte de forma más recatada, pero lo que actualmente se solicita en redes es una desmesura total. No es posible un público en total silencio y casi pidiendo permiso para reaccionar. Sobre todo si entendemos que se trata de un evento en el que las emociones juegan un papel trascendental y que, además, es una disciplina de apreciación.

El arte de las palabras no puede ser juzgado como se juzga un fuera de lugar o un saque de banda, y la participación del público es siempre diversa porque cada quien aprecia detalles distintos en la ejecución de los MC’s. Eso sin contar que tienes a tres tipos gritando, estimulando y pidiendo ruido al público durante toda la jornada. Es simplemente imposible pensar que el público no se exalte, que se mantenga callado y respetuoso siempre, sobre todo si consideramos que hay un contexto y que se está escuchando con atención lo que se habla en la tarima. Es por todo ello que un MC, un verdadero MC, no solamente está consciente de que el público puede reaccionar, sino también debe ser muy hábil para elegir su discurso y ejercer sus habilidades con el fin de DOMINAR a ese público con argumentos y skills.

A lo largo de la jornada vimos con sorpresa caer a los supuestos favoritos, gente como Lobo Estepario, Nitro, Valles-T o Gazir, fueron cediendo sus lugares ante una demostración excepcional de otros exponentes, como El Menor, Marithea, Lokillo o el propio Larrix. Si analizamos cada una de las batallas de los finalistas entenderemos que fueron ellos quienes compitieron con la tradición de los verdaderos MC’s como arma principal. Fui testigo de la actitud tanto de El Menor como de Larrix, ambos con disciplina y sacando la casta y aprovechando el talento con huevos. Quizá es ahí en donde esté el verdadero futuro del free y no en el otro lado. El lado del lloriqueo.

Staff

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