Pues Gil Scott-Heron (1949-2011), pionero del spoken word, tuvo razón al decir que la revolución no sería televisada, porque se mudo a los teléfonos celulares y las plataformas de internet, pero lo cierto es que vemos la guerra en tiempo real mientras transcurre el conflicto armado entre Rusia y Ucrania; y El columpio asesino casi haciendo de cronistas anticipados: “El nuevo fascismo lo veremos en color”.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Más que proféticos suenan descriptivos y su nueva canción cala durísimo: “Y buscas en el mapa, pero no hay a donde escapar”. Con “La niña chica” han dado en el centro de la diana e incluso comienzan con un: “Blanca cae la nieve/ Negra es en el arcén” y ahí están las imágenes en Jarkov y Odesa que lo confirman.
Y el grupo navarro también afirma: “Negro es el deseo que alimenta la caldera”… y la caldera como la máquina, como el sistema… como los delirios de Putin en su megalomanía bien aprendida de Occidente -que tampoco peca de humildad, que digamos-.
Desde ya, “La niña chica” se convierte en una de esas canciones con letra memorable: “Enmudece el campanario cuando tiene que gritar/ Camisas negras en el Partenón”. ¡Y lo que nos falta por ver! ¡Que bien hace El Columpio Asesino en cancionar toda su rabia!: “Y le quitaste la capucha al verdugo con tus manos/ Y en su mirada amable te encontraste reflejado/ Y ahora sabes que una rata, no es una ardilla” (y esa rabia también es nuestra).
Se trata de la primera pieza que publican desde el lanzamiento del álbum Ataque Celeste, editado en el 2020 y al que lastró la pandemia -apenas se pondrán a reivindicarlo en directo-, mientras tanto recurrieron a un sonido ochentero con las guitarras bien afiladas que son marca de la casa, pero dando mayor relevancia a los sintetizadores.
Tal parecería que la suerte está echada y la batalla perdida, pero vaya que hay un belleza poética aún entre la tragedia y la decadencia en la letra de “La niña chica”: “¿Ante que uniforme bailan ahora las putas?/ ¿Dónde está el despacho que hace bailar a los dados?/ ¿De quién es la bandera que hondea en la luna?”.
Seguiremos recibiendo los puyazos de la realidad, mientras tanto es el arte donde las verdades desfilan como parte de una poderosa canción de rock: “El diablo está en el viento en eterno movimiento/ Y en la última planta de una multinacional”.
