El láudano es una preparación compuesta por vino blanco, azafrán, clavo, canela y otras sustancias, además de opio, que era usada con fines medicinales, pero que fue considerada por artistas del siglo IXX como un néctar divino y una gran fuente de inspiración; ahora se convierte en el título de la canción que abre Árbol B, el más reciente Ep del grupo Colores Santos.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
La banda tapatía va creando tensión entre una bruma guitarrera, antes de soltar: “Este canto es por los muertos/ Agua cae sobre los huertos”; es el comienzo de “Láudano”, que precisamente se entrevera con cierto halo místico y de alusión a la mexicanidad. De inmediato uno se siente como en alguna historia de Juan Rulfo, también jalisciense de cuna.
El cuarteto se ha volcado sobre el control de la intensidad en sus composiciones y ello se siente también en “Ella es”, el segundo corte. Resulta interesante el manejo de las guitarras de Colores Santos, pues hasta logran recurrir a un buen solo -un recurso no tan vigente-, al tiempo que prueban con distintas estructuras rítmicas que tienen un poco de progresivas.
“Ella es” incluso hace una cita al “Cielito lindo” y no suena como algo descabellado -todo lo contrario-. Colores Santos han madurado y evolucionado hasta lograr que estas siete canciones tuvieran densidad y profundidad. Hasta me atrevo a aseverar que este Árbol B tiene vínculos con Moctezuma de Porter, uno de los mejores discos de los últimos años en el rock nacional.
Y para lo anterior incluso me apoyo en “Malinche”, en la que suenan caracoles u ocarinas prehispánicas; además de “Holbox”, inspirada evidentemente en el caribe mexicano y su magnificencia. Lo que hay que mencionar es que todavía perviven en su sonido partículas de blues; se apoyan mucho en su técnica para hacer que tal variedad de elementos encaje y funcione.
A Colores Santos le vino bien trabajar tan concentradamente durante la pandemia y de esta manera lograr un viraje muy estimulante para su música. El cierre de Árbol B (qu ofrece dos pieza inéditas entre las 7 que lo conforman) refuerza su concepto a través de “Mariachi rojo”… claro, hay mexicanidad, pero amplitud de miras; una experiencia sonora más que interesante.
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