Nacida en Jerez de la Frontera en 1923, María Dolores Flores Ruiz creó al alter ego de Lola Flores para hacer una carrera como cantante, bailaora y actriz; se hizo llamar “La faraona” y cultivó una personalidad volcánica que la puso en el centro de múltiples polémicas y escándalos, tanto por no tener tapujos como por la crítica ante sus dotes vocales.
TXT:: Juan Carlos Hidalgo
Para la cultura española y cierta parte de Latinoamérica en su tiempo fue algo así como una Lady Gaga o una Rosalía –toda proporción guardada- que se ha mantenido vigente a través del tiempo y recientemente muy reivindicada por C. Tangana.
“La faraona” no tuvo reparo en entrarle a la rumba, el bolero y las rancheras por lo que resultaba una figura muy tentadora a la que recrear a través del flamenco electrónico de uno de los colectivos más heterodoxos de la España contemporánea: Califato ¾.
Acaban de publicar Lola, un Ep de 5 canciones que comienza con “Zarzamore” en compañía de Rosana Pappalardo y donde le meten una guitarra chatarrera para luego seguir con “La bomba”, que se transforma en una cumbia mutante y psicodélica que acelera al cierre.
Y en el centro la parte medular: una recreación del bolero “Historia de un amor” en el que suman a Negro Jari y La Cebolla para nutrir el palmeo y el cante y a la que le insertan un pasaje de rapeo. ¡Y que se vengan los tintos y el orujo de hierbas!
Para cerrar se guardaron “¡Ay Alvariño!”, nada menos, que con el gran Tomasito –el cantaor de hoy- y que alude, como no, a unos de los mejores caldos españoles y que además incluye un glorioso sampler a “I Feel Love” de Donna Sumer (con Giorgio Moroder en la memoria). Es así como Califato ¾ hace grande la verbera sonora andaluza, una fiesta mayor que hace maridaje perfecto con la fusión más arriesgada.
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