Cada generación de metaleros tiene sus propios héroes, y en cada caso también hay una constante: las generaciones pasadas los desacreditan. Normalmente la razones para ese descrédito se pueden englobar en una idea común, que con el tiempo se descubre como ridícula y que siempre resulta vacía y ofensiva: lo de antes siempre fue mejor.
Children of Bodom fue una banda finlandesa de Melodic Death Metal fundada en 1997, mismo año en el que debutó discográficamente y cuya figura central fue durante años el guitarrista y cantante, Alexi Laiho. Entre abril de 1999 y octubre del 2000 editó dos discos que a la vuelta de dos décadas se han convertido en clásicos. Hatebreeder y Follow The Reaper. Con ellos, la banda se estableció como una de las más importantes del metal del nuevo milenio (sobre todo en el contexto global, pues fue también la época del Nu Metal estadounidense) y justamente Laiho se comenzó a destacar como un excelente guitarrista y compositor. Con los años, la banda alcanzó niveles creativos superlativos, críticas positivas por todo el mundo y luego también sufrió algunos descalabros, de los cuales el más célebre fue su pretendida broma de grabar un cover de “Oops I did it again”, uno de los éxitos de Brtiney Spears.
Siempre, en las buenas y las malas, la figura central fue Alexi Laiho, un joven nacido en 1979, que intentó suicidarse alrededor del tiempo del debut discográfico de la banda pero que salió fortalecido; que combatió su adicción al alcohol y de nuevo (aparentemente) salió fortalecido; cercano a su familia y que como músico recibió en vida muchos reconocimientos. Este 2021, sin embargo, murió. Al momento de escribir este texto no se conocen con exactitud las causas (en un comunicado se expuso nada más que llevaba años luchando por su salud y su primera esposa escribió que su cansado cuerpo finalmente se había rendidos), el día (el fallecimiento se dio a conocer el 4 de enero y decía que había sucedido en días pasados) ni las condiciones (solo se sabe que murió en su casa de Helsinki).
Si bien hay una mesa reservada sobre un templete para las figuras más grandes de la guitarra rock y metal en la cual ahora solo están sentados gente como Eddie Van Halen y Jimmi Hendrix, también es cierto que en el mismo salón de fiesta, un escaloncito abajo hay un par de mesas un poco más grandes a las cuales solo están invitados otros guitarristas cuyo impacto es real mucho más allá de lo que digan los medios y los expertos, mesas en las que están por ejemplo Gary Moore, Randy Rhoades, Dimebag Darrel, y ahora, Alexi.
El impacto del apodado Wildchild es mucho más grande de lo que aparenta de inicio. El hecho de no haber nacido y desarrollado una carrera en el metal en Estados Unidos o el Reino Unido, con todo el impacto mediático que eso puede suponer no le resta mérito. Con Children Of Bodom grabó diez discos de larga duración y enamoró a toda una generación de músicos que hoy tratan de emular la velocidad y precisión con la que tocaba, su mágica capacidad para componer temas complejos que al mismo tiempo sonaban como si no lo fueran tanto y todo eso mientras cantaba. No fue solo un guitarrista más, fue un líder que marcó pauta con su talento, a pesar de que nunca fue un entretenedor innato.
Compartió una portada de Guitar World con Steve Vai (nada menos) y Zack Wylde, revista que lo colocó en la lista de los 50 guitarristas más veloces de todos los tiempos, en Total Guitar junto con Alex Skolnick, en Young Guitar con Gus G y en muchas otras revistas especializadas, demasiadas para ser mencionadas. Roadrunner Records (que tiene o tuvo entre sus filas a bandas como Megadeth, Deicide, Obituary y Type O Negative) lo colocó en el lugar 41 de los mejores 50 “frontman” del metal de todos los tiempos. En 2008 recibió un premio Golden Gods como mejor “shredder” y ahora, tras su muerte, ha recibido sentidos homenajes de monstruos del instrumento como Steve Vai y Joe Bonamasa y músicos de bandas pares o muy cercanas en su temporalidad como Matt Heafey y Paolo Gregoletto (Trivium), Floor Jansen (Nightwish), Kiko Loureiro (Megadeth, ex Angra), Nita Strauss (Alice Cooper), Tobias Sammet (Edguy, Avantasia), Johan Hegg (Amon Amarth) y otros más veteranos como Dave Mustaine (Megadeth), Gary Holt (Exodus, ex Slayer), Chris Broderick (ex Megadeth, ex Nevermore), Sebastian Bach, Alex Skolnick (Testament), Phil Demmel (Machine Head) y Jeff Waters (Annihilator).
Por todo eso, aunque Children Of Bodom no sea una banda tan mediática, su impacto en el metal es innegable y en ese sentido lo es el de su mente maestra, Alexi Laiho. Descanse en paz.
Fotografía por Cecil
