Puebla de los Ángeles tiene suficientes demonios rockeros. Muestra de ello es Galácnikov, una joven propuesta que se autodenomina como stoner/garage rock que comienza a hacer ruido y a colarse en el mundo del subterráneo mexicano.
TXT:: Luis Jasso
Musicalmente, la banda es una mezcla de stoner y sludge con algunos toques de lo que en los años 90 se conocía como rock alternativo; riffs lentos, enteramente stoner, pachecones y repetitivos pero con suficientes vueltas de tuerca como para no ser aburridos. Un sonido sucio y lodoso que cae más en la descripción de sludge. La voz, tanto por el timbre como por la forma en que encara las canciones, es la que le pone el toque noventero, un poco al estilo de lo que creaba Ansia 30 años atrás.
El quinteto de formación clásica (dos guitarras, bajo, batería y voz) está próximo a lanzar su primer live session y eventualmente su disco debut, pero ha subido a redes tres sencillos que ya levantaron la ceja de más de uno. Esta es parte de su presentación: “Formada en el 2018, la banda propone una mezcla de música cruda, fuerte y directa, apta para todo tipo de público. Es una amalgama de sonidos y géneros como el heavy, lleno de riffs poderosos, pasando por el grunge, el garage, el stoner y el rock alternativo”.
Los tres sencillos que a la fecha conocemos de Galácnikov fueron grabados, mezclados y masterizados en Hyper Records, de Puebla, lo que una vez más demuestra que en México se tiene la infraestructura suficiente para soportar una escena. Estamos ante una propuesta fresca que seguramente caerá de pie entre las generaciones más jóvenes, pero que tiene con qué entretener al escucha veterano si éste se permite el lujo de salir de su zona de confort.
